Tormenta de Otoño (Extra 4 -FIC FINALIZADO-)

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Diosa del amor yaoi!

    Group
    Member
    Posts
    1,358
    Location
    En un mundo perfecto con mucho yaoi y gente buena :) <3

    Status
    Offline
    Hola a todos, hoy voy a empezar a colgar un pequeño fic, no tan largo como las Tormentas que escribe Kai, es una pequeña tormenta de sentimientos que lleva a Shiho a enamorarse definitivamente de quien menos espera, es la cuarta temporada, o se podría llamar así, XD
    Espero que os guste.

    --------------------------------------------------------------------------------



    239479440-256-k957534



    A las personas que descubren que la búsqueda de la felicidad,
    no siempre se hace con el mapa que nos dan.
    Sino que a veces es necesario buscar a ciegas,
    fuera de esos límites para encontrar el verdadero camino.





    Esta es la cuarta parte de la saga Tormenta.
    Si no has leído la primera parte, puedes encontrarla aquí:

    https://mundoyaoi.forumfree.it/?t=77704659



    ----------------------------------------------------------------------------------------



    1. Prólogo
    1630babb08a29d8a444326206494



    Hola, me llamo Shiho Nakahara, seré estudiante de segundo año de la universidad. Estudio psicología y recientemente me he dado cuenta de que no sé muy bien que busco en mi vida personal. Tengo una vida bastante normal, en una semana aproximadamente empezaré el segundo curso y me reencontraré con algunas amigas, a las que llaman “las cazadoras”. Tengo un hermano llamado Yuudai, quien me cuida mucho. Es la única persona en mi familia que me apoya en lo que hago. Y fuera de la universidad tengo a mi grupo de amigos de la secundaria.
    Esto último no es del todo correcto ya que, solo estuve con ellos el último año antes de entrar en la universidad. Es decir, los conocí al final de la preparatoria. Al principio no conocía a nadie, acababa de llegar y era la primera vez que venía a esta ciudad. Pero ante la mirada insistente de Hanako, la que ahora es mi mejor amiga, acabé hablándole y me presentó a sus amigos. La mayoría chicos, y ahora sé que son gays.
    Al principio me embobé con Yuki, uno de los chicos, así que gracias a la intervención de Hanako y algún amigo más comenzamos a salir. Al principio parecía que todo iba bien, pero pronto noté que Yuki no estaba suficientemente por la relación. Después de una conversación cortamos, él no estaba enamorado de mí. Me sentí un poco triste, pero me lo tomé con calma. Más tarde llegó el verano y con Yuudai, salimos a menudo y nos divertimos bastante, olvidándome rápidamente de lo sucedido con Yuki.
    Al inicio del primer curso, Yuki trajo a Nao consigo. Hideki, otro compañero del grupo me lo presentó. Me pareció guapísimo y, al parecer tan tímido me gustó, así que intenté ligar con él. Hanako siempre me escuchó y me ayudó con sus consejos, en todo lo que yo necesitaba. Eso me dio más fuerza para intentar algo con Nao, pero este me rechazó. Me enfadé un poco, porque lo hizo dejándome plantada. No había tenido valor de decírmelo en la cara.
    Sorpresa que me llevé un tiempo después cuando, pasadas las Navidades, Yuki le dio un buen morreo a Nao en la piscina, dejándonos a todos atónitos. Más aún cuando Nao correspondió a ese beso. Mis ojos se iluminaron después de la sorpresa. Nunca me había pasado algo así. Saber que mis amigos eran gays me había hecho sentir algo extraño.
    No pude sorprenderme más después de ver que Hideki se besaba con Kenji, llevados por la emoción, mostrándome otra pareja gay. Que al parecer no era la última que había a mí alrededor. Porque más tarde Kai y Kenta dijeron que eran pareja. Todos mis amigos eran homosexuales. Excepto Hanako, quien no había demostrado inclinación sexual, alguna. No había tenido pareja desde que la había conocido.
    El resto de ese primer año de universidad pasó más tranquilo, con algunos encuentros entre amigos, algunos con las cazadoras, pero algo dentro de mí había cambiado. Sentía que no era la Shiho de siempre. Y por eso en estos momentos no sabía que hacer con mi vida personal. Notaba que no era lo mismo. No sentía lo mismo que antes cuando veía los chicos. Había perdido esa emoción.
    Y así iba a empezar este nuevo curso, aunque aún me quedaba una última semana para aprovechar y poder quedar más con Hanako, la única amiga que no iba a la universidad.

    --------------------------------------------------------------------------------------
    Continuará...



    Edited by Tem-chan - 30/9/2020, 15:08
     
    Top
    .
  2.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Shut your mouth and let me speak

    Group
    Administrator
    Posts
    11,057
    Location
    Jotunheim

    Status
    Offline
    Bueno, va bé saber que temporalment es el segon any, per no liar-la. I la veritat es que no m'estranya que vagi mes perduda que un pop en un garatge pobre, tothom es torna gay al seu voltant...
     
    Top
    .
  3.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Diosa del amor yaoi!

    Group
    Member
    Posts
    1,358
    Location
    En un mundo perfecto con mucho yaoi y gente buena :) <3

    Status
    Offline
    Aquí vengo con dos capítulos más, yo no puedo colgarlos cada día pero iré haciendo, si no se me olvida, cada dos días, XD

    Sofi, una mini respuesta, pero me vale, significa que lo has leído y eso me hace feliz, lo creas o no, XD y los reviews siempre son bienvenidos, jejeje

    ---------------------------------------



    Capítulo 1: ¿Me ama?


    1630bac194106fbf742061089124
    De camino al parque, me preguntaba muchas cosas. Había quedado con mi mejor amiga para poder hablar con ella. Aún no llegaba donde habíamos quedado así que mi mente daba algunas vueltas a las cuestiones que quería comentar con ella. Estos días habían sido muy raros, y aunque ya había pasado un tiempo, algo más de medio año de que Nao y Yuki habían declarado a todo el mundo que eran novios, aún había cosas que me rondaban por la cabeza.
    Finalmente llegué y encontré a mi amiga sentada en unos de los columpios. Me acerqué y me senté a su lado, en el columpio que había vacío allí.

    ―Hola ―la saludé a la espera de que ella dijera algo.
    ―Hola, Shiho, ¿Cómo estás?
    ―Pensativa, la verdad… No sé qué me pasa pero siempre que quedamos en grupo y veo a Nao y Yuki, recuerdo lo que pasó el año pasado.
    ―Ambos te gustaban…
    ―No es por eso, hacen buena pareja, realmente me parecen súper adorables.
    ―¿Entonces?
    ―No lo sé, noto algo extraño en mi pecho cuando los veo.

    La miré, era una chica más o menos de mi estatura, con el pelo largo y negro, no tenía un peinado único como muchas chicas que les gusta llevar siempre el pelo de la misma manera, al contrario solía llevarlo según su humor, ese día lo llevaba suelto cayendo por sus hombros y su espalda. Quizás quería usar el pelo para tapar su rostro o simplemente la había llamado de improvisto y no había tenido tiempo de peinarse. A pesar de saber que lo hacía por su estado de ánimo no siempre sabía leerlo.

    ―Hanako, ¿Te has enamorado alguna vez? ―le pregunté curiosa― nunca has tenido pareja, y me preguntaba si alguna vez te ha gustado alguien…
    ―¿Esto tiene algo que ver con lo que me decías antes?
    ―No lo sé…
    ―Con Yuki te mostraste muy comprensiva y le diste una clase sobre el amor, le hablaste sobre el brillo de sus ojos, contigo no brillaban con Nao, sí ―empezó a decirme Hanako sin mirarme― tú misma se lo dijiste, ahora eres tú quien no entiende sus propios sentimientos.

    Me sorprendí por sus palabras, no esperaba que me dijera algo como esto. Realmente tenía algo de razón. Todo fue muy fácil de ver cuando estaba hablando con Yuki. Cuando salíamos yo era consciente de que él no me miraba con ojos de enamorado, y su comportamiento también lo demostraba un poco. Intentaba ser lo más bueno posible conmigo pero no le salía por sí mismo. Se notaba que se esforzaba. Viéndolo durante este tiempo con Nao, había visto el brillo en su mirada, el amor que este sentía por el rubio, pero también como hacía las cosas de manera no forzada. Era su manera de decirle al mundo que él lo amaba y que le pertenecía. Nao correspondía a ese comportamiento encantado de la vida. Realmente estaban hechos el uno para el otro.

    ―Tienes razón, no es tan fácil de ver cuando se trata de uno mismo.
    ―¿Necesitas alguien que te ayude? ―me preguntó Hanako, a lo que yo asentí―. Creo que anhelas encontrar a alguien pero no lo encuentras y solo te notas algo vacía, cuando los ves.

    Lo pensé detenidamente, podía ser que fuese eso, que sólo necesitase encontrar a alguien, pero hacía tiempo que no conseguía ver a nadie lo suficientemente atractivo. Tanto Yuki, como Nao o Kenji estaban ocupados ya… y todos eran gays. Los demás chicos que había visto yendo con las cazadoras no me habían atraído. Era consciente de que nos llamaban así por la universidad, los rumores vuelan y todo se sabe, tarde o temprano. Pronto empezaría el segundo curso y volvería a verlas, hacía mucho que no las veía.

    ―Hanako, creo que tienes razón, pero últimamente no hay nadie que me guste… He mirado a muchos chicos y aunque alguno me parece un poco guapo no me llama la atención.
    ―¿Y chicas? ―Hanako me sorprendió con la pregunta.
    ―No me han interesado nunca las chicas, no lo había pensado.

    En ese momento Hanako se giró para mirarme fijamente y nuestras miradas se encontraron. Me sorprendí un poco al ver sus ojos verdes con ese brillo. El brillo. Abrí mis ojos por la sorpresa sin saber muy bien que decir, pero no eran palabras, era solo una mirada. Después de la sorpresa decidí hacer ver que no había visto nada. ¿Ella me ama? Nunca me había fijado, nunca me había dado cuenta. ¿Desde cuándo?

    ―Podría mirar de pensar en ello.
    ―Es una buena idea ―fue su única respuesta.

    Pude ver cómo me sonreía un poco antes de volver a mirar hacia delante y columpiarse un poco. La vi balancearse de atrás hacia delante varias veces. En el proceso levantó un poco la cabeza para mirar las estrellas y pude ver como su suave cabello caía por atrás. Llevaba puesta una blusa blanca que contrastaba con el intenso negro de su cabello.
    Dejé de mirarla y la imité empezando a mirar el cielo con un leve balanceo. Las estrellas se veían poco claras, por las luces del parque, pero las más brillantes si podían verse. En estos momentos tenía demasiado en lo que pensar. Había venido a distraerme un poco y por contra conseguía más cosas para pensar. Suspiré levemente.

    ―Sobre tú pregunta, sí me he enamorado ―Creo que lo sé, y también de quien― pero me rechazó ―¡¿Cómo?!

    Paré el columpio de golpe y la miré con los ojos abiertos. No tenía sentido lo que estaba diciendo ahora mismo. Me acaba de mirar a mí con ese brillo… Entonces, ¿Cuándo se supone que la he rechazado, yo? Me había perdido en esta conversación. De verdad, que nada tenía sentido, su mirada, sus palabras, se contradecían. ¿A que tenía que hacer caso? Todo era muy confuso en este momento.

    ―¿Te declaraste?
    ―De alguna manera…
    ―No lo entiendo, ¿A qué te refieres? ―pregunté sin entender nada.

    Ella simplemente negó con la cabeza y siguió mirando el cielo con una sonrisa algo melancólica. ¿Qué quería decir con eso? ¿Qué no me importaba? ¿Qué no quería decírmelo? ¿Podía ser que yo la hubiese rechazado sin darme cuenta? ¿O quizás era alguien que le había gustado anteriormente? ¿Otra chica? ¿Quizás ella no me amaba y ese brillo me lo había imaginado? Demasiadas preguntas en este momento.

    ―Creo que no es momento de hablar de mí, eres tú quien necesita ayuda ahora mismo ―volvió a hablar Hanako rompiendo el silencio y la cadena de preguntas que tenía en mi mente en esos momentos― ¿Te has enamorado realmente, alguna vez?
    ―Yo…

    No sabía que decir, con Yuki había tenido la sensación de que sí, de que me gustaba y que el sentimiento agradable que sentía junto a él podía ser eso. Realmente quería pensar que era así. Habíamos salido durante escasos meses pero yo había sido muy feliz, tenía ganas de verle, de pasar tiempo con él, de momentos a solas, pero podía notar que él no pensaba ni quería lo mismo que yo. ¿Era eso el amor? Le dije a Yuki que cuando se enamorara lo sabría. Que era una sensación que no podía confundirse, pero yo estaba dudando. Quizás no me había enamorado de él como yo creía.

    ―No lo sé.
    ―Si no lo sabes es que no lo has hecho ―fue la simple respuesta de Hanako quien seguía sin mirarme.

    Se balanceó un poco más fuerte en el columpio y cerró sus ojos. La observé un poco pensando en todo eso. Estaba siendo una conversación muy confusa. Hanako tenía razón y ella decía las cosas bastante claras, pero mi cabeza no acababa de entender todo lo que esta me decía o, más bien, todo lo que me daba a entender.
    Miré la hora, realmente se había hecho muy tarde, era hora de ir hacia casa, pero no sabía cómo decirle a mi amiga eso después de la conversación que estábamos teniendo. Era complicado. Pero también tenía la impresión de que sería mejor si me fuese en esos momentos. El ambiente, no estaba tenso pero, se me estaba haciendo un poco incómodo.

    ―Hanako…
    ―Es hora de ir a casa, ¿verdad?
    ―Sí.

    Ella frenó el columpió y se levantó antes de mirarme con una sonrisa. En estos momentos me pareció una sonrisa de lo más hermosa a la vez que melancólica y algo triste. Tragué saliva sin saber que pensamientos tendría Hanako en estos momentos, pero ella solamente esperó a que yo me levantara. Y eso hice.
    Caminamos hasta fuera del parque y caminamos un poco juntas, ambas en silencio metidas en nuestros pensamientos. Cuando nuestros caminos se separaron, nos dijimos adiós con la mano y cada una empezó a caminar hacia su casa. Yo tenía demasiadas cosas en las que pensar.
    Llegué a mi casa y después de cambiarme me tumbé en la cama, recordé todo lo que habíamos hablado en el parque y también sus expresiones. Quería entender algunas cosas pero al parecer mi mente no lograba descifrarlo y lo único que conseguía era darle vueltas sin sentido. Así que finalmente me dormí dejando paso a la nada.
    Continuará...

    -------------------------------------------



    Capítulo 2: Un Chico Nuevo


    1630bac909957517333260964297
    Estaba con “Las Cazadoras”, íbamos a dar una vuelta por el campus en busca de un chico al que observar, y posiblemente acosar. Algo que realmente no me apetecía para nada. Habían pasado unos días desde que había hablado con Hanako, y no habíamos quedado de nuevo. En realidad era algo extraño, porqué nunca habíamos estado tanto tiempo sin hablar o sin quedar. A pesar de que ya estaba en mi segundo año de universidad solía quedar con Hanako muy a menudo, me gustaba poder hablar con ella. Podía decir las cosas tal cual sin reservas y ella lo aceptaba así, y me lo pasaba muy bien con ella.

    ―¿Qué te pasa Shiho? ―me preguntó una de mis compañeras.
    ―Eh… Ah, nada, estoy bien ―le respondí una pequeña sonrisa no muy sincera.
    ―Últimamente estás un poco distante, no vienes tanto con nosotras y no se te ve muy animada.
    ―No es nada, de verdad.
    ―¿No me digas que realmente te enamoraste de Nao y que aún estás mal porque es gay?
    ―No, no, ya hace casi un año de eso.
    ―Venga, entonces vamos a buscar algún chico mono de los de primer año ―dijo otra de mis compañeras cogiéndome por los hombros.
    ―El primer día de clases y ya estamos así ―comenté con una sonrisa, ya que me parecía divertido el hecho de no perder el espíritu.

    Las seguí intentando integrarme un poco en la conversación, pero ese día en vez de mirar los chicos empecé a mirar a las chicas. Era cierto que no había ningún chico que me atrajese, pero tampoco veía nada especial en las chicas. No les veía ningún atractivo. En estos momentos, para mí, todas las personas a mi alrededor eran similares. Ninguna destacaba ante mis ojos. Obviamente las reconocía y veía sus diferencias, pero no había nadie que me hiciese pensar en tener algo ni siquiera físicamente. ¿Qué me está pasando? No soy la Shiho de siempre…

    ―Mirad que bombón ―exclamó una de las chicas del grupo montando algo de escándalo.

    Miré hacia donde ella indicaba y vi un chico rubio con el cabello un poco largo con pequeños rizos. No estaba nada mal, a decir verdad. Pero no se sentía igual que otras veces. Mi corazón no se aceleraba como solía hacer al ver a un chico guapo. Íbamos a atacar en grupo como habíamos hecho algunas veces, para poder hacerle preguntas y saber más de él, cuando él mismo decidió acercarse. Pude ver sus ojos castaños muy de cerca cuando se paró justo en frente de mí.

    ―Hola, me llamo Iori, encantado ―me saludó ante la mirada perpleja de las demás chicas― ¿Cómo te llamas?
    ―Esto… me llamo Shiho.
    ―Eres muy guapa, te gustaría quedar conmigo un día, me gustaría conocerte.
    ―Ooh…
    ―Venga Shiho, di algo, mira que bombón tienes justo enfrente ―dijo una de las chicas del grupo.
    ―Pero que morro, todos los chicos van hacia Shiho…
    ―Shiho suele ser de las que ataca, también ―escuché que decían con voz baja a mis espaldas.

    Me sonrojé un poco por ese comentario esperando que el chico no lo hubiese escuchado. Se notaba algo de envidia por parte de mis compañeras, quienes no solían tener la valentía de acercarse a los chicos si no iban en grupo. Claro, en grupo muy valientes, pero luego se acobardaban. Yo iba mucho con ellas, pero también podía hacer un movimiento si era preciso. Eso hice tanto con Yuki como con Nao, aunque no funcionó en ninguno de los dos casos. Ahora el chico se había acercado a mí por sí mismo y me gustó esa iniciativa de su parte.

    ―Claro, por mi está bien ―le respondí con una sonrisa algo coqueta.
    ―Genial, ¿Te parece bien si intercambiamos números de teléfono? ―asentí y así lo hicimos.

    Después de eso nos fuimos cada uno por nuestro lado, yo seguí con las chicas que estaban interesadas en burlarse un poco, a la vez que me preguntaban como lo hacía para conseguir que los chicos se sintieran atraídos por mí. No supe que responder, porqué tampoco lo sabía. Sinceramente ni siquiera me había propuesto nada. Yo ni siquiera me había fijado en el chico. Solo había aceptado porque había tomado la iniciativa.
    Al cabo de un rato regresamos a nuestras clases, aún quedaban algunas después de ese rato libre. Lo que tiene la universidad es que a veces se tiene varias horas libres sin nada que hacer. Esas horas muchas veces las pasaba con estas chicas, pero otras veces simplemente decidía ir a estudiar a la biblioteca o al aula de informática. Como acabábamos de empezar y realmente eran clases de presentación del profesor y la materia no había mucho que estudiar entre horas.
    Al acabar las clases me llegó un mensaje del chico. Mi idea era hablar con Hanako, no me gustaba estar tanto tiempo sin hablar con ella. Ella tampoco me había dicho nada, pero conociéndola estaba dándome mi tiempo para que pudiese pensar y reflexionar sobre lo que habíamos hablado. Pero en el mensaje del chico decía para quedar ese día para ir a cenar juntos y ya casi era la hora de la cena. Le respondí que tenía que ir a casa a cambiarme. La cosa era que no sabía si vivía muy lejos o donde podríamos quedar.
    Él mismo solucionó ese detalle diciendo que podíamos quedar en un sitio a mitad de camino de la universidad a la ciudad, me quedaba algo lejos de casa pero no tanto como la universidad así que acepté. Volvería con el último tren, así podría llegar a casa a una hora más o menos normal.
    Me preparé para la cena en cuanto llegué a casa, no quería ponerme una ropa demasiado exagerada ni ir demasiado dejada. Así que tardé un poco en saber que ponerme. En otras ocasiones habría preguntado a Hanako si podía pasarse por casa a ayudarme pero esta vez, era algo que no me pareció adecuado. Un sentimiento de culpa estaba invadiendo mi cuerpo lentamente, al pensar en ella, y ni siquiera sabía el porqué.
    Cuando estuve lista salí de nuevo de casa y fui donde había quedado con Iori, el cual me esperaba ya en el restaurante, cuando llegué. Me acerqué a él, realmente era un chico guapo. Me gustaba como caía ese pelo por sus mejillas, con esos rizos, que le enmarcaban bien su rostro. Y también esos ojos del color de la miel, eran realmente bonitos y claros. A pesar de todo, solo era físico. Tenía un buen cuerpo. Y me había fijado que su culo no estaba nada mal. Realmente como había dicho Kaori, no estaba nada mal.

    ―Hola Shiho, que gusto verte de nuevo, ¿Entramos?
    ―Hola Iori, claro.

    Estuvimos hablando durante la cena, el chico era muy agradable y simpático. Me lo pasé muy bien durante la cena. Pasó muy rápido el tiempo y en nada ya me tenía que ir. Me acompañó hasta el tren y allí pude cogerlo justo a tiempo. Durante todo el camino de regreso estuve pensando en cómo había ido la cena. Me caía bien Iori, era muy atento y se notaba que ponía mucho de él. También tenía iniciativa, algo que apreciaba. Ni Yuki ni Nao, habían tenido mucha. Comprensible en parte. Yuki no me quería de esta forma, y Nao, el pobre no quería nada conmigo porqué estaba con Yuki. Suspiré. Siempre acababan viniendo ellos dos a mi mente.
    De repente escuché como sonaba mi móvil. Miré y era Hanako. Mi corazón dio un pequeño vuelco y leí su mensaje. Me sentí más culpable al leer lo que me había escrito.

    “Lo siento, si dije algo que pudiese molestarte. ¿Podríamos quedar cuando te vaya bien?”

    Ella no tenía la culpa de que yo estuviese en mi mundo. Bueno, quizás un poco sí, porqué sus reacciones y sus palabras me dieron mucho que pensar, pero no le había hablado simplemente porque no había encontrado el momento. Tenía que responder a este mensaje pero antes de hacerlo me llegó otro. Esta vez de Iori.

    “Me lo he pasado genial contigo. Me gustaría volver a quedar. ¿Qué te parece?”

    Me quedé viendo los dos mensajes alternativamente. No sabía que hacer en estos momentos. Tenía ganas de quedar con los dos. Hanako se lo merecía, y también una disculpa de mi parte por no haberle dicho nada en todos esos días. Pero con Iori la cosa iba bien. No sentía lo que tendría que sentir pero quizás con el tiempo podría llegar a sentirlo. No estaba segura pero merecía la pena quedar con él un poco más y ver que sucedía. Finalmente respondí primero a Iori.

    “Yo también me lo he pasado genial. Esta semana la tengo un poco liada, pero la semana que viene podríamos quedar de nuevo

    Su respuesta no se hizo esperar. Me dijo que perfecto, que ya nos veríamos por la universidad y que sino quedaríamos por aquí. Acepté y me centré en la conversación con Hanako. No sabía que decirle exactamente. Estaba un poco nerviosa. No iba a mentir. Desde la quedada en el parque, no estaba segura de que hacer. Finalmente me di valor a mí misma y decidí responder.

    “Podemos quedar este fin de semana, ¿quieres venir a mi casa a dormir?”

    No podía entender como algo que antes era normal para nosotras, ahora se volviese algo tan extraño o incómodo. Me daba algo de miedo quedar con ella. Hasta ahora había podido decir todo lo que quisiera sin tener que suprimir nada. Ella no se había quejado, le había contado lo de Yuki, lo de Nao, o de lo bueno que estaba Kenji… Pero después de ver esa mirada suya, me empezaba a dar miedo decir algo sobre esos temas. Y a la vez me daba miedo que notase que estaba extraña o diferente.

    “Perfecto. ¿Puedo pasarme el viernes por la noche?”

    Su respuesta llegó más rápido de lo esperado. Realmente parecía que siempre tuviese el móvil en la mano para responderme casi al momento. Parecía algo impaciente por quedar y era comprensible. Había estado el final de las vacaciones, momento en el cual debería de haber tenido más tiempo para ella, sin hablarle. La culpa volvió a mí, así que decidí responder lo que le haría más feliz.

    “Perfecto, te avisaré cuando regrese de la universidad”

    Me estoy preocupando demasiado. Ni siquiera sé si a ella le gusto. Debería de calmarme y comportarme como siempre. Cuando quedemos se dará cuenta de que estoy rara. Y esto es lo último que quiero.
    Eso fue lo último que me dije al respeto antes de cerrar los ojos en el tren, con un pequeño suspiro. Era mejor no pensar mucho más y simplemente dejar que las cosas fluyeran. El tiempo diría.
    Continuará…

    -------------------------------
    Espero que la historia os esté gustando hasta el momento,
    hasta pronto

    Edited by Tem-chan - 12/9/2020, 21:45
     
    Top
    .
  4.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Diosa del amor yaoi!

    Group
    Member
    Posts
    1,358
    Location
    En un mundo perfecto con mucho yaoi y gente buena :) <3

    Status
    Offline
    Aquí vengo a traer los dos capítulos que tendría que haber colgado hoy, espero que os gusten, jejeje

    --------------------------------------------------



    Capítulo 3: Noche Confusa


    1630bada3077b09e576106968402


    En cuanto llegué a mi casa me preparé un poco y le avisé a Hanako de que ya podía venir para pasar una noche de chicas. Ya había llegado el viernes por la noche. Estaba un poco cansada por las clases, pero habían pasado muchas cosas y tenía la mente demasiado despejada para poder dormir así que podía aprovechar para pasar tiempo con mi amiga. No vivíamos muy lejos, pero hasta cierto punto era normal, habíamos ido a la escuela de la zona juntas, así que, al igual que con el resto del grupo, no vivíamos muy lejos. Aunque yo solo hacía tres años que me había mudado a esta ciudad, me sentía ya como en mi casa y tenía buenos recuerdos.
    Al cabo de unos pocos minutos llegó a casa y la dejé pasar. Mis padres ya la conocían y les había avisado así que no tuvieron problemas en dejar que se quedara a pasar la noche. Era bastante tarde así que Hanako ya había cenado, al igual que yo, menos problemas para mis padres. Ellos tampoco habrían dicho nada, ya que Hanako les caía bien, pero prefería más pedir las cosas con más tiempo o no pedirlas.

    ―Hola, Hanako ―la saludé en cuanto le abrí la puerta de la calle― pasa.
    ―Buenas noches.

    Entró y fue directo a mi habitación, en estos momentos mis padres ya se habían ido a acostar, así que nos desplazamos con algo de sigilo. Al llegar cerré la puerta y la miré. Ese día de nuevo llevaba el pelo suelto y algo desarreglado. Me extrañé un poco, no era normal en ella. No era que cuidase su aspecto excesivamente pero le gustaba hacerse peinados diferentes cada día. Estaba por preguntarle pero en ese momento ella empezó a quitarse la ropa para cambiarse.
    Era algo de lo más normal, la había visto muchas veces de esta misma manera pero ese día por algún motivo era algo diferente. No aparté la mirada hasta que tuvo el pijama puesto. No tenía mucho sentido lo que pasaba. Nunca había pensado en algo así con ninguna chica, pero después de “ver” esa mirada en Hanako, algo había cambiado un poco en mi interior.

    ―¿Shiho? ―me llamó mi amiga acercándose a mí, lentamente― ¿Estás bien?
    ―Eh… S-sí, estoy bien ―le respondí al darme cuenta de lo que estaba haciendo, entonces recordé lo que iba a preguntarle―. Es el segundo día que quedamos y llevas el mismo peinado, el pelo liso, ¿Ha pasado algo? Es extraño en ti.

    En eso Hanako me miró sorprendida antes de echarse a reír flojito. Era consciente de que mis padres dormían en otra habitación de la casa. No era nada raro para nosotras, estar juntas mientras los padres de una u otra dormían en otra habitación. Me la quedé mirando sin entender y ella al final solo se sentó en mi cama a la espera de que el ataque de risa se le pasase.

    ―Hanako ¿Qué es tan gracioso? ―le pregunté a la chica quien poco a poco empezaba a calmarse y respiraba algo agitada de tanto reír.
    ―Nada, nada, lo siento, es que no pensé que te darías cuenta justamente de eso, aunque no me sorprende tampoco.
    ―¿En qué quedamos? ¿Te ha sorprendido o no? ―le pregunté algo divertida por su respuesta, aunque seguía sin entender gran cosa.
    ―Es tu aura, no sé si lo sabes pero tienes un aura muy bella.
    ―Hanako, me he perdido… En serio. No sé de qué me estás hablando.

    Hanako me miró unos momentos haciendo que me pusiera un poco nerviosa. En esos momentos se puso seria. Era obvio que estaba pensando en algo importante, así que por una vez decidí esperar a ver. Mi amiga necesitaba esos minutos en silencio, reflexionando. Desvié la mirada de ella, y dirigí mis pensamientos hacia el tema de los auras. Ya me había comentado alguna vez sobre el tema pero no entendía muy bien a que se refería. No estaba muy metida en ese tipo de cosas.

    ―Te amo, Shiho.

    Fueron las siguientes palabras que pronunció dejándome estupefacta. No me esperaba que me dijera eso así, de la nada. En principio estábamos hablando de los auras y de repente me soltaba eso. Realmente me había pillado en frío en esos momentos. Volví a mirarla a la cara, esta vez mirando directamente a sus ojos verdes para ver si realmente era cierto. Sus ojos eran sinceros y decididos.

    ―¿A qué viene esto de repente? ―le pregunté realmente confundida.
    ―Creo que te has dado cuenta de ello, por eso has estado casi una semana sin hablarme, no quiero que nuestra amistad se rompa por mis sentimientos y no quería hacerte sentir incómoda...
    ―Espera un momento ―la corté intentando reorganizar un momento mis ideas― es cierto que noté algo, pero no estaba segura, y no fue por eso, fue por las clases, estuve muy ocupada hasta hoy.
    ―Acabas de empezar la primera semana… Igualmente, lo siento, no quería que te sintieras mal por mi culpa.
    ―Hanako.

    Iba a decir algo pero de repente las lágrimas empezaron a fluir de mis ojos y empecé a llorar impidiéndome el decir algo más al respeto. Podía notar el dolor de Hanako al decir esas palabras, o al menos podía imaginarlo. No me estaba gustando mucho como iba esta conversación, así que quería pararla pero las lágrimas no me dejaron. Hanako me abrazó sin decir nada más. Ambas nos quedamos así hasta que yo dejé de llorar y ella se separó.

    ―¿Estás más calmada? ―me preguntó a lo que yo asentí con la cabeza―. ¿Puedo continuar? ―Quería decirle que no pero al final solo asentí nuevamente―. No me estoy declarando para que pienses en ello y me correspondas, lo hago para no perder tú amistad, sé que te gustan los chicos, lo siento por haber dicho lo de probar con chicas. Fue algo egoísta de mi parte.

    La miré sin decir nada. No tenía palabras para lo que me acababa de decir. En realidad tenía la impresión de que no tenía mucho que decir en estos momentos, solo me quedaba aceptar lo que ella misma había dicho. Tampoco podía negar que siempre había ido detrás de chicos y que nunca había pensado en la posibilidad de que me gustasen las chicas.

    ―Hanako, muchas gracias ―le dije al final― no te preocupes, nunca dejaremos de ser mejores amigas.

    Le dediqué una sonrisa que ella me respondió, incluso más alegre que antes. Me sorprendía un poco ver que a pesar de todo lo que había dicho ella estaba feliz con seguir siendo amigas. Estaba segura de que iba a ser duro para ella. Ser amigo de la persona que amas después de un rechazo, es algo doloroso.
    Para pensar en otra cosa y evitar volver a llorar intenté sacar otro tema de conversación. Me estaba costando un poco plantearme la idea pero tenía ganas de hablar un poco más con ella y de algo que no fuesen sus sentimientos. Me dolían a mí también.

    ―El tema de los auras… ¿De dónde viene?
    ―¿A qué te refieres?
    ―Una vez me dijiste que podías verlos, ¿Desde cuándo?
    ―Oh, ¿No te lo conté? ―me preguntó tranquilamente a lo que negué con la cabeza―. Desde pequeña, mi familia trabaja con estos temas. Auras, piedras, el tarot… Así que desde pequeña me han enseñado todo sobre eso.
    ―¿Es a lo que quieres dedicarte tú?
    ―No del todo, lo que quiero más que hacer de vidente es hacer terapias basadas en los principios naturales que fundamentan las creencias.
    ―No lo entiendo muy bien.
    ―Por ejemplo, si tú estás estresada o preocupada, o con un problema físico que tú médico no sabe detectar, quizás todo sea un aviso de que algo falla en tu mente. Lo que quiero es poder ayudar a esas personas con terapias naturales, como el poder de los colores, las piedras, las plantas, la meditación… que ayuden a esa persona a volver a equilibrar sus chakras y su mente.
    ―Suena bien, pero ¿Eso es viable? Yo estoy estudiando psicología, y sé que la mente de las personas es algo poderosa, pero hay enfermedades graves.
    ―Yo no puedo curar esas enfermedades, solo puedo ayudar a que la gente se sienta mejor mentalmente, pero en el campo de la ansiedad, los nervios, relajación… Enfermedades como esquizofrenia o enfermedades complejas de este estilo, es mejor que lo lleven especialistas en el campo. Lo mío son terapias de ayuda.
    ―¿Entonces?
    ―Digamos que yo puedo curar lo que los médicos y los psicólogos no pueden. Los psicólogos pueden recetarte pastillas, pero dependes de ellas y muchas veces tienen componentes adictivos. Yo puedo ayudar a que aprendan técnicas de relajación o entiendan mejor que es lo que pasa por sus mentes, y ayudar a resolver algunos de sus problemas de manera más natural.
    ―¿Y para eso están los auras?
    ―Los auras explican mucho de la personalidad y la manera de hacer las cosas, que tiene la persona, y eso ayuda a saber mejor que tratamiento puede necesitar según el problema que tenga.
    ―Parece bastante complejo ―aunque para mí, era más bien como una terapia alternativa o de refuerzo a las visitas al psicólogo.
    ―Quizás lo sea, pero a mí me apasiona y quiero montar una consulta, aunque de momento ayudo a mis padres en sus trabajos.
    ―No me habías contado nada de todo esto…
    ―Lo siento, te veías distraída con el tema de los chicos y la universidad.

    Con toda esa conversación estaba segura de que se había distraído bastante. Parecía algo emocionada hablando del tema, y aunque no sabía muy bien que responder, escucharla hablar de eso en este momento me hizo realmente feliz. No entendía muy bien mis sentimientos, pero sí sabía que ver a Hanako feliz me hacía feliz a mí también.

    ―Es tarde ―me dijo sacándome de mis pensamientos.
    ―Tienes razón, ya son las 2 de la madrugada. Mañana cuando nos levantemos ¿Quieres que vayamos a correr un poco? Me apetece hacer algo de ejercicio.
    ―Me parece bien ―Hanako me sonrió y se fue al futón que había instalado en el suelo de mi habitación, antes de que esta llegara―. Buenas noches.
    ―Buenas noches.

    Nos metimos cada una debajo de nuestras sábanas y cerré los ojos. Era consciente de que de momento no podría dormirme rápidamente. Tenía demasiadas cosas en mi cabeza en estos momentos. Y tenía algunas dudas. Ella había hablado de que mi aura era bella, pero a pesar de todo no acababa de entender que quería decir. ¿Qué me había querido decir con eso? ¿Que se había enamorado de mí por el aura? ¿Qué podía saber más de mí que yo por que podía ver mi aura? Y a todo eso, ella no me ha respondido a ninguna de mis preguntas del inicio de la noche. ¿O sí? Que confuso es todo esto. Pensé antes de acabar por dormirme.
    Continuará...


    --------------------------------------------------------------



    Capítulo 4: Día de Chicas
    1630bae0acd479e924358651191


    A la mañana siguiente como habíamos dicho nos levantamos relativamente temprano, habíamos dormido poco, pero nos sentíamos con energías suficientes para salir a correr. Y por fin pude ver a Hanako, de nuevo, con un peinado diferente. Se hizo una coleta alta, preparándose para correr. Y aprovechó para hacerme una a mí, según ella para que no me molestara. Le dedicó su tiempo a hacerme el peinado, pero después de eso me sentía con más ganas de correr, incluso.

    ―Te echo una carrera hasta el parque ―le dije en cuanto me soltó.

    En ese mismo momento empecé a correr dejando a Hanako un poco atrás. En seguida reaccionó y empezó a decirme que no era justo. Sólo reí un poco y me centré en correr. Fui acelerando la marcha a medida que corría. No había empezado fuerte, primero era necesario un poco de calentamiento a trote. Pero a medida que mi cuerpo se iba acostumbrando iba acelerando el ritmo.
    Hanako me seguía el ritmo no muy lejos de mí. Nunca había sido buena deportista, aunque no le decía que no a correr un poco o hacer algo de ejercicio, era más bien tranquila. Y solía aprovechar su tiempo para leer.
    En cuanto llegué al parque, me paré en la fuente y aproveché para beber agua mientras esperaba que mi compañera me alcanzara. No tardó más de un par de minutos pero se la veía mucho más cansada que a mí. Tenía que ponerse en forma, quizás tendría que decirle de salir a correr más a menudo. Ya se sabe lo que dice el dicho: Cuerpo sano mente sana.

    ―Que lenta eres ―le dije un poco burlona con una sonrisa.
    ―No estoy acostumbrada…
    ―¿Quieres que salgamos más a menudo?
    ―¿A correr? ―me preguntó un poco pensativa.
    ―Sí, hay que ponerse un poco en forma.
    ―Supongo…

    No se la veía muy convencida a decir verdad. Ella también se acercó a la fuente para beber un poco de agua. Su coleta, al ser más larga que le mía cayó por sus hombros y acabó por mojarse un poco con el agua. Se la apartó con una de sus manos y acto seguido con un movimiento rápido se giró y empecé a notar mi ropa mojada.

    ―Aaah ―grité ante el susto que me había producido ese ataque.

    Hanako se reía mientras con su mano dirigía el foco de agua de la fuente hacia mí, mojándome toda la ropa. Me aparté rápidamente mirándola como si estuviese loca y seguidamente me lancé hacia ella y la abracé. Al tener la ropa mojada, acabé por mojar la suya también, algo que en principio era mi objetivo des del principio. Con lo que no conté fue con que Hanako se quedaría quieta en ese momento. Cosa que me hizo recordar la conversación del día anterior.

    ―Lo siento ―me disculpé separándome de ella.
    ―Tranquila, está bien.

    Hanako me sonrió y cerró el agua de la fuente. Se acercó a uno de los bancos y se sentó en él. Yo me senté a su lado sin saber muy bien que decir. Era otro momento incómodo. Me sentía un poco mal en estos momentos. Con lo bien que nos lo estábamos pasando y por mi culpa ahora habíamos entrado en otro momento incómodo.

    ―Shiho ―me llamó ella de nuevo― no te preocupes por mí, lo superaré. No cambies tu forma de ser por mi culpa. Quiero que sigas teniendo este aura que me gusta.

    Quizás no era su intención pero al decirme cosas de este tipo me sentía un poco presionada. Como se suponía que iba a ser la de siempre si ella reaccionaba de esa forma. ¿Ya reaccionaba así antes? Quizás sí y yo no era consciente o no le daba tanta importancia. No tengo ni idea de que se supone que deba hacer. Qué situación más complicada.
    Normalmente cuando me pasaba algo así solía hablar con Hanako, pero esta vez, a pesar de saber que ella me escucharía como siempre, no era la persona adecuada. No podría hablar con total libertad y le haría daño sin quererlo. Necesitaba alguien más y no se me ocurría nadie más que mis compañeras de la universidad. Comentarle a alguien del grupo quizás no sería lo mejor, podría complicar un poco las siguientes quedadas. Las cazadoras en cambio no conocían a Hanako, y a pesar de ser unas locas de los chicos, habían acabado por aceptar que Yuki y Nao eran pareja. Quizás me escucharían.

    ―¿Continuamos corriendo un poco más? ―le dije finalmente sin saber muy bien que más decir.
    ―Pero sin carreras, por favor, a trote.
    ―Está bien.

    Sonreí mientras me levantaba y le tendí la mano para ayudarla a levantarse. Con una sonrisa la cogió y se puso de pie. Nos miramos un momento a los ojos antes de soltarnos la mano y, esta vez, sin prisa, empezamos a trotar para acabar con el recorrido que habíamos hecho otras veces.
    Al llegar a casa me sentí con más energía que nunca. Correr activaba todo el cuerpo. Ahora hasta me apetecía practicar un poco más de deporte. Pero Hanako se veía agotada. Sonreí viéndola jadear a mi lado, yo también respiraba con un poco de dificultad, pero no tanto como ella. Subimos a casa y le dije que podía tomar un baño mientras yo veía que podíamos comer. Habíamos sudado y estábamos empapadas por el agua. Ya empezaba a llegar el frío, puesto que estábamos en otoño y las temperaturas habían bajado des del verano. Mejor ducharse a tener que pasar un resfriado.
    Encontré bastantes cosas que me apetecían, sobre todo frutas y yogur. Decidí empezar a picar la fruta en trozos, la puse en un bol, y luego saqué un par de yogures de la nevera, junto con el zumo de naranja, por si le apetecía. Era un desayuno acorde con el ejercicio. Y era lo que me apetecía.

    ―Puedes ir a ducharte, ya estoy ―me dijo ella entrando ya vestida.
    ―Bien, ya he preparo el desayuno, mira si quieres algo más de mientras.

    Después de decir eso me fui hacia la ducha, realmente habíamos sudado bastante y la ropa mojada no ayudaba con el frío que poco a poco llegaba. Puse el agua algo más caliente de lo normal para así entrar en calor. En cuanto estuve lista fui a desayunar con Hanako, quien simplemente estaba preparando café.

    ―Un café irá bien, hemos dormido poco.
    ―Me parece bien ―le respondí sentándome en la mesa donde estaba la comida y la taza de café humeante― mis padres aún duermen, como se nota que es sábado.
    ―Es bastante pronto, son las 8:30.
    ―También es verdad, hasta las 10 no creo que se levanten. Por cierto ¿qué te gustaría hacer esta mañana?

    Hanako después de pensarlo mucho decidió que le apetecía ir al centro comercial. Allí había variedad de tiendas y, aunque yo sabía que su idea era ir a la de libros, podríamos visitar las que nos apetecieran. Después de desayunar fuimos hacia allí y nos lo pasamos bien, fue todo muy tranquilo. Miramos libros, entre ellos algunos sobre esoterismo y novelas varias. También ropa y zapatos, joyas, la tienda de videojuegos y hasta la de deportes.
    Acabamos reventadas y a la hora de comer decidimos parar en uno de los restaurantes que había en este. No habíamos comprado casi nada, excepto un libro, para Hanako, y un accesorio para el móvil que a mí me hacía falta. Solo con mirar y hablar ya nos lo pasábamos bien. Y eso era lo que importaba en esos momentos.

    ―¿Sabes? Cuando hemos pasado por la tienda de deportes he pensado en que me gustaría practicar alguno ―empecé a decir ante la atenta mirada de Hanako― ¿Te gustaría apuntarte conmigo?
    ―¿Qué deporte? Ya sabes que esto de correr… se me da bastante mal.
    ―Entonces, alguno habrá que no se necesite correr…
    ―Las artes marciales, y la lucha en general.
    ―Tienes razón, ¿Quieres? ―le pregunté un poco emocionada ante la idea.

    Siempre me había gustado el deporte y saber algo de artes marciales siempre era bueno para la autodefensa. Nunca se sabía cuándo alguien podía atacarte. Al ser chicas y no muy fuertes quizás nos iría mejor con el judo, así podríamos aprovechar la fuerza del que nos atacara. De todos modos, solo íbamos a practicar un deporte para pasar el rato y hacer ejercicio, no como profesión y tampoco con la intención de que alguien nos atacara.

    ―¿Qué te parece el Muay Thai? ―me preguntó de repente ella mientras miraba el móvil.
    ―¿Qué es? Nunca lo he escuchado
    ―Es una mezcla entre el karate y el boxeo, o algo así, por lo que parece.
    ―Parece interesante, ¿Dónde lo has encontrado?

    Hanako me señaló detrás de mí y me encontré el gimnasio del centro comercial. Allí había un gran anuncio donde decía que para el mes de viene empezarían las clases para principiantes. Concretamente de Muay Thai. Así que Hanako lo había buscado para informarse antes de preguntar. Parecía que estaba de acuerdo con la idea. Sonreí. Volveríamos a hacer alguna cosa juntas de nuevo. Aunque sería muy diferente. No sería como siempre, el ir a clases a estudiar, pero iríamos a hacer deporte y nos lo pasaríamos bien igual.

    ―Me parece genial, por mi parte. Ahora cuando acabemos de comer vamos a preguntar por la información en el gimnasio.
    ―Bien, es bueno tener el cuerpo sano ―me eché a reír cuando dijo esto, pero asentí con la cabeza.
    ―Tienes razón. Cuerpo sano es mente sana.

    De esta forma cuando acabamos de comer, con decisión fuimos a preguntar. Por lo que entendí las clases serían en diferentes horarios y podías escoger el número de clases semanales, e ir a la hora que te fuese mejor cada día. Habría un horario por la mañana y uno casi por la noche, cada día. Según el número de clases semanales que pagases podrías ir. Estaba bien esa flexibilidad, más que nada por el trabajo y la universidad. También podríamos ir a las máquinas para hacer algo de musculatura o cardio, también según los días que pagásemos. Era un gimnasio 24 horas, aunque por la noche no había clases se podía entrar para hacer maquinas, incluso los fines de semana.
    Era bastante interesante eso, así que hice algunas preguntas y después nos fuimos de allí. Ese día no teníamos pensado apuntarnos, pero al menos teníamos la información y ya podíamos decidir. Teníamos que ver cuantos días queríamos ir y hacer un poco de debate así que nos fuimos a un bar a tomar algo mientras lo hablábamos. Uau, me estoy emocionando ante la perspectiva de ir a hacer Muay Thai con Hanako. Hacía mucho que no pensaba en hacer un deporte de lucha, pero al pensar que iría con Hanako lo hacía más apetecible. ¿Es porque iré con Hanako? ¿O es por el deporte? Quizás cuanto más tiempo pase con ella, más bien lo entenderé.
    Continuará...

    --------------------------
    Me gustaría que me dejaséis algún comentario para saber si os está gustando, yo me lo he pasado bien escribiéndolo y me gustaría saber si vosotros os lo estáis pasando bien mientras lo leéis, XD

    Gracias por leer y nos vemos!

    Edited by Tem-chan - 18/9/2020, 23:23
     
    Top
    .
  5.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Diosa del amor yaoi!

    Group
    Member
    Posts
    1,358
    Location
    En un mundo perfecto con mucho yaoi y gente buena :) <3

    Status
    Offline
    Pues vengo a por los siguientes capítulos, los voy a colgar ahora, XD Ya vamos por la mitad del fic, que ilusión, jejeje

    --------------------------------------------------



    Capítulo 5: Necesito Consejo
    1630bae776cd888f504947240860


    El fin de semana acabó y tuve que volver a mis clases, fue una pena porqué me lo había pasado muy bien con Hanako, y me dio algo de pena acabar esos días que estaba pasando con ella. Cierto era que podríamos volver a hacerlo en otra ocasión, pero no era ese el caso. Siempre me divertía cuando estaba con ella, y notaba cierta emoción, pero no sabía entenderlo del todo. Es obvio que los sentimientos de Hanako están influyendo en mi manera de pensar y sentir las cosas. ¿Pero hasta qué punto esto puede ser amor?

    ―Shiho, ya vuelves a estar por las nubes, ¿Cómo te fue con Iori, el otro día? ―me preguntó una de mis amigas de la universidad.
    ―Hola, no te había visto ―la saludé con una pequeña sonrisa― fue bien, es muy simpático y me divertí mucho.
    ―Qué suerte que tienes, es guapo y encima simpático, te ha tocado la lotería ―se le notaba algo de celos en el tono de voz.

    Quería tocar el tema de Hanako con una de las del grupo de las cazadoras. Realmente la única del grupo que iba a clases conmigo y con quien más hablaba era con ella. Era la chica más atrevida del grupo y la que había acosado a Yuki el primer día que lo había visto. Su nombre era Akane, y me caía bien, pero no sabía si explicarle el problema o no.

    ―A ti te pasa algo ―dijo de repente ésta mirándome seriamente― cuéntame, somos amigas ¿no?

    Sí, somos amigas, pero es diferente que con Hanako… Este pensamiento resultaba un poco problemático en mi mente. Porque, a pesar de saber que era diferente, no sabía en que se diferenciaba. Realmente con Hanako había estudiado solo un año y con Akane solo llevaba un año de universidad, también. Pero a Hanako la conocía de un año antes. ¿El tiempo era importante en el tipo de relación? Seguramente, pero ¿Hasta qué punto? Akane tenía una amistad de infancia con otra chica del grupo, que compartía clases con la última componente.
    Realmente el grupo se había formado porque Akane y Reiko, solían ir siempre juntas en su infancia, y al ir a la universidad no querían cambiar eso, así que se juntaban también en los descansos. Akane me acabó arrastrando a la vez que Reiko arrastró a Kaori. Así empezó el grupo hace un año, y así es como conocí a las cazadoras. Me caían bien y pasábamos juntas los descansos, pero era un tema delicado de contar.

    ―¿Shiho? ―me llamó ante mi silencio, finalmente suspiré.
    ―La verdad, es que sí que ha pasado algo… algo inesperado…
    ―¿Puedo saber de qué se trata?
    ―Tú sabes que Yuki y Nao, son pareja, ¿verdad?
    ―¡Como no voy a saberlo! Aún me duele que dos bellezas como ellos estén juntos ―me respondió con pequeñas lágrimas en los ojos― pobres de nosotras, que estamos perdiendo a un par de chicos tan guapos y encantadores, somos unas desgraciadas…
    ―Bueno, pero a pesar de ello… ¿Tú estás en contra de las relaciones del mismo sexo?

    Akane se quedó callada unos momentos. Por lo que sabía ella lo lamentaba por el hecho de que tanto Yuki como Nao, eran muy guapos y muy buenos chicos. Eran un partido perfecto, realmente, y entendía su punto de vista, pero no había dicho nada respeto a que fuesen del mismo sexo. Su reacción podría haber sido perfectamente la misma si ellos dos tuviesen novia por separado. Quería saber su respuesta concreta.

    ―Pues… no lo he pensado mucho, cada uno es libre de querer a quien quiera ¿no? ―fue lo que me respondió finalmente.
    ―¿Que pensarías si Reiko se te declarara?

    De nuevo silencio. Era algo extraño de preguntar, pero no tenía muchas más ideas de por donde empezar a explicar lo que me había pasado. Y tenía la idea de que su relación con Reiko sería similar a la mía con Hanako. Se lo pensó bastante. Tanto silencio me estaba poniendo nerviosa. Más de lo que ya estaba, en realidad.

    ―No lo sé, nunca me había parado a pensarlo… A mí Reiko no me gusta de esta manera, así que supongo que la rechazaría. Pero si ella quisiera podríamos seguir siendo amigas.
    ―Entiendo.
    ―¿Porqué me lo preguntas?
    ―Es que mi mejor amiga me ha dicho me ama, pero no me ha pedido una respuesta, sólo me lo ha dicho por qué no quiere que se pierda nuestra amistad.
    ―¿Y eso te molesta?
    ―No, no me molesta, pero noto que nuestra relación es diferente ahora… Como si sus sentimientos estuvieran influyendo en mí.
    ―¿Ella te gusta?
    ―Es mi mejor amiga, nunca había pensado en eso. Yo siempre he ido detrás de los chicos, cuando estaba con Yuki yo tenía la impresión de que él me gustaba y buscaba pasar tiempo con él. Con Nao ataqué, pero creo que fue más por su físico ―me estaba explayando mucho en estos momentos, pero necesitaba sacar todo lo que llevaba en mi interior―. Yo siempre le he contado todo a Hanako, lo que pasaba con mis parejas, en casa, con los estudios. Y sólo la veía como una amiga, pero saber que ella, a pesar de todas las cosas que ha tenido que escuchar de mí, me ama, me hace sentir bien, aunque también culpable. Estoy segura de que ha sido doloroso para ella escucharme hablar de Yuki.
    ―No me has respondido a la pregunta, porque creo que te da miedo la respuesta ―me dijo finalmente Akane― quizás es cierto que te está arrastrando un poco ese sentimiento de tu amiga, pero si no te disgusta o no te molesta y en cambio te hace sentir bien, a la vez que culpable, es que quizás si sientas algo por ella.
    ―¿Tú crees?
    ―Yo creo que si no te gustara no te preocuparías tanto. Quizás te costaría hablarle de chicos para no hacerle daño, pero no tendrías dudas sobre si te gusta o no.
    ―Pero yo siempre he tenido preferencia por los chicos.
    ―¿Por que es lo que te gusta o es lo que te han dicho que debe gustarte?
    ―Desde que Hanako se me declaró he intentado mirar por igual a los chicos y a las chicas de la escuela, pero, últimamente no me atrae ninguno, la única persona que tengo en mi mente es Hanako.
    ―Pues aquí tienes la respuesta.

    Con esto se dio por finalizada la conversación. Kaori y Reiko ya nos esperaban sentadas en un banco del paseo debajo de unos árboles que empezaban a tener las hojas marrones y algunas ya se estaban cayendo. Era una bonita lluvia marrón. Pisé una hoja pero aún estaba húmeda, fue un poco decepcionante, me gustaba escuchar las hojas crujir bajo mis pies. Pero había llovido esa noche y el suelo y todo seguía un poco mojado.
    Me senté en el banco mientras las palabras de Akane resonaban en mí mente “Aquí tienes la respuesta”, eso quiere decir ¿Qué Hanako me gusta? No podía negarlo tampoco, pero seguía estando un poco confundida. No quería precipitarme. Necesitaba entender bien mis sentimientos si quería evitar hacerle daño a Hanako. Si por las palabras de Akane me dejo llevar, le digo a Hanako que la quiero y luego no es así, le haré más daño aún, le habré dado falsas expectativas. Tengo que evitar esto.

    ―¿Sabéis? Shiho tiene una mejor amiga fuera de aquí, algo así como Reiko y yo ―empezó a decir Akane alegremente, por lo que tragué saliva― saber eso me ha dado curiosidad, quiero saber cómo es, podríamos ir todas un día a la ciudad de Shiho para conocerla si a ella no le molesta, ¿Que os parece?

    Me quedé un poco paralizada en estos momentos. ¿Porque de repente Akane estaba interesada en ir a conocer a Hanako? No estaba entendiendo muy bien que pasaba. Pero me estaban metiendo en algo nuevamente y no sabía muy bien en qué. Reiko asintió con la cabeza, no parecía muy interesada ante la perspectiva, supuse que no había ninguna motivación, no había ningún “chico guapo” que ver. Sólo a una chica que, en mi opinión, también era muy guapa.

    ―Una excursión en grupo ―comentó Kaori mientras comía― parece interesante, será un día de chicas, podemos aprovechar para ir a comprar maquillaje y cosas que nos ayuden a lucir mejor frente a los chicos.
    ―Eso me parece buena idea ―respondió Reiko algo más emocionada que antes.
    ―Entonces, ¿Qué dices tú Shiho?

    Yo aún no había acabado de pensar, que ellas ya se habían puesto de acuerdo en ir a ver a Hanako y pasar, las 5, un día de chicas para después ir a conquistar chicos. No sabía que opinaría de esto. Sabía que a mi amiga no le molestaba ir en grupo, porque con los chicos éramos más, pero le tendría que preguntar primero si ella estaba de acuerdo en quedar con mis amigas de la universidad.

    ―Tendría que comentarle a Hanako si quiere ―respondí finalmente.
    ―Tienes razón, cuando le hayas comentado, dínoslo.

    Akane realmente parecía muy interesada en conocerla. Y algo me decía que no era por el tema de que fuésemos mejores amigas, al igual que ella con Reiko. Parecía ser otra cosa, pero no sabía cuál era. En eso cambiaron de tema, dejándome con esos pensamientos en mi cabeza. ¿Cuál era el plan de Akane? ¿Por qué tenía tanto interés en conocer a Hanako? Un mensaje cambió el rumbo de mis pensamientos.

    “Hola Shiho, ¿Cómo ha ido tú fin de semana? Yo ya he acabado las clases, ¿Quieres quedar?”

    Era un mensaje de Iori, al parecer tenía ganas de quedar conmigo. Le había dicho que no podría durante el fin de semana y me había mandado un mensaje el lunes al acabar sus clases. Me gustaba ese interés que tenía él en mí. No iba a mentir, pero algo se sentía diferente que en el pasado. Hanako ahora ocupaba más pensamientos míos que cualquier otra persona. Y empezaba a preocuparme un poco. Me notaba un poco obsesionada con el tema.

    “A mí me queda una clase todavía, pero después estoy libre”

    Acepté quedar con él, era muy divertido y seguro que conseguiría hacer que me olvidara de mis preocupaciones. Sólo quedaba esperar si él estaba dispuesto a aguantar una hora y media más, que era lo que duraría la clase siguiente. Su respuesta fue positiva. Me respondió que iría con sus amigos a la cafetería de la plaza central del campus, que le avisara al salir, y vendría a buscarme para dar una vuelta. Acepté y me fui a mi siguiente clase.
    Continuará...

    -------------------------------------------------------



    Capítulo 6: Padres…


    1630baf08a95dd9b790067506642


    Después de las clases avisé a Iori, quien me estaba esperando. Me dijo de quedar cerca de la estación y allí le encontré, esperándome con una sonrisa. Iori era muy expresivo, divertido, simpático y sabía tomar la iniciativa. Y encima era guapo. Me hacía sentir feliz que él se hubiese interesado justamente en mí. En otras circunstancias estado como en las nubes, por ello. Habría aceptado sin dudarlo un segundo. Pero ahora solo tenía a Hanako en la cabeza. En sus sentimientos, en su personalidad, su comportamiento conmigo, en resumen, en ella.

    ―Buenas noches, Shiho.
    ―Hola, Iori, ¿has esperado mucho? ―le pregunté mirándolo a los ojos.
    ―Bueno, una hora y media, pero no te preocupes, me lo he pasado bien.
    ―¿Que has hecho?
    ―He ido al piso de arriba de la cafetería, que hay una sala de juegos de mesa. Allí, hemos pasado el rato entre juegos, me lo he pasado bien.
    ―Parece un sitio divertido ―dije sinceramente, los juegos de mesa me gustaban.

    Estuvimos hablando un poco y tomamos algo durante un rato, mientras reíamos. Nos quedamos en la misma cafetería de la universidad así no teníamos que desplazarnos de más. Era un sitio agradable, ya que a estas horas muchos de los alumnos ya estaban yéndose. Aún no cerraba la estación, habíamos quedado en quedarnos hasta el último tren. Nos estábamos divirtiendo, hablando de cosas varias. Hasta le comenté que iba a empezar a practicar Muay Thai.

    ―Serás una chica guerrera.
    ―Pues sí, que tiemble la gente al verme ―Iori se echó a reír al escucharme decir eso y yo le seguí.
    ―Habrá que tener cuidado de no hacerte enfadar.

    Asentí con la cabeza entre risas y seguimos con la conversación, bastante entretenidos, hasta que sonó la alarma de mi móvil. Ya era la hora de ir tirando hacia el tren. No queríamos llegar tarde y quedarnos tirados allí. Fue un poco triste tener que separarnos porque nos lo estábamos pasando bien. Nos despedimos con dos besos y cada uno fuimos a buscar nuestro tren para regresar a casa. Cuando subí al tren vi que tenía un mensaje de Hanako en el móvil.

    “Me lo he pasado muy bien este fin de semana me gustaría volver a repetirlo”

    Sonreí al leer este mensaje de su parte. Yo también me lo había pasado bien y me gustaba que fuese así teniendo en cuenta la situación. Ella, tal y como había dicho no quería presionar, ni siquiera tenía en mente que yo pensara en ella de ese modo. Lo había dejado muy claro ella no quería una respuesta, solo quería que fuésemos amigas como siempre.

    Estoy segura de que si yo no me hubiese dado cuenta de sus sentimientos ella no me hubiese dicho nada. Es demasiado reservada. Pero la entiendo. Sin saber si hay agua en la piscina, a veces es mejor no decir según qué. Se puede perder una
    bonita amistad.


    Hanako era consciente de eso y prefería sacrificar sus sentimientos a perderme como amiga. No mucha gente decidía hacer esto, la gente muchas veces pensaba en declararse y ver si tenían suerte. Ella no lo había intentado si quiera. No sabía si era porque era cobarde o si era porque yo le había dado motivos para eso. Obviamente, le había dado motivos, era consciente de ello, porque me pasaba el día hablando de chicos.

    “Yo también me lo he pasado bien, se lo he comentado a unas amigas y me han preguntado si podían venir para la próxima, ¿Qué te parece?”

    Seguí pensando mientras esperaba su respuesta. Intentaba entender porque había ido todo de esta manera. Por un lado me molestaba que no me hubiese dicho nada, nunca. No sabía en que habría sido diferente si ella me lo hubiese dicho, pero notaba como se apretaba un poco mi pecho al pensarlo. Se sentía un poco solitario de esta manera. Ella lo había hecho para no perderme algo que me hacía feliz, pero a la vez el que no se arriesgara por mí, me hacía sentir algo extraño. Suspiré. Tenía la impresión de que Akane tenía razón. Ya tenía la respuesta.

    “Por mí no hay problema si a ti te va bien”

    Me imaginaba que ella no tendría ningún problema en que vinieran mis amigas ni en conocerlas. La conocía suficientemente bien para saber eso. La única cosa que le preocupaba era saber si yo estaba bien con esa idea. Sonreí. No sabía hasta qué punto quería que ellas conocieran a Hanako, pero al parecer ya no tenía más opciones. Le comentaría eso al resto de cazadoras para poder quedar para el fin de semana. Y que mejor que hacerlo por el grupo que teníamos. Sería mucho más sencillo. Eso haría.

    “¿Te va bien este fin de semana? Akane tenía muchas ganas de quedar”

    “Por mi bien”


    Fue la respuesta casi instantánea de Hanako. Después de eso abrí el grupo que tenía con las cazadoras y les dije que si querían se podía quedar el fin de semana siguiente. Las tres aceptaron, y decidimos quedar el sábado por la mañana en la estación más cercana al centro comercial. Hanako estuvo de acuerdo y así quedaron las cosas. Ya solo me quedaba llegar a mi casa y cenar algo antes de ir a dormir. Que suerte que en estos momentos teníamos pocos trabajos. Habíamos tenido un par la semana pasada y ahora teníamos la agenda vacía.
    Finalmente llegué a mi estación y bajé, estaba agotada. Me lo había pasado bien pero necesitaba dormir y acabar de entender la información que había llegado a mi cabeza y a mi corazón. Aún me parecía algo increíble. Pero estaba segura de que tenía razón. Ese dolor en mi pecho al pensar en que ella no se me había confesado antes debía ser una prueba. Que pensase tanto en eso era otra, como había dicho Akane.
    Al llegar a casa saludé a mis padres quienes miraban la tele después de haber cenado. Les gustaba ver series de esas que hacen reír. Se acurrucaban ambos en el sofá, mi madre apoyada en el hombro de mi padre y se pasaban horas así hasta que les llegaba el sueño. Me senté en la mesa para comer después de haber hablado un poco con ellos. El día anterior no nos habíamos visto y querían saber cómo me había ido. Mientras comía les expliqué un poco lo que había pasado con Iori, aún no estaba segura de como irían las cosas con Hanako y no había hablado nunca de estos temas con mis padres. Pero siendo que en la familia de mi padre todos eran muy religiosos, no tenía la impresión de que fuesen a tomárselo bien.

    ―No descuides la universidad, ¿de acuerdo Shiho? Piensa que no es barata que digamos ―empezó mi madre, ya, con sus grandes comentarios.
    ―Lo sé, no la estoy descuidando, tuve buenas notas el año pasado, y voy al ritmo de las clases.
    ―Me alegro ―respondió mi padre.
    ―¿Entonces este chico, es tu nuevo novio?
    ―No mama, es un amigo de la universidad, simplemente ―entonces recordé una cosa y decidí preguntar―, por cierto, ¿si quisiera apuntarme a clases de defensa personal que me diríais? Es deporte. Y ya sabéis que dicen, cuerpo sano es igual a mente sana.
    ―¿Defensa personal? ―mi madre dejó de ver la televisión para prestarme atención un momento.
    ―Bueno, más bien Muay Thai, es una arte marcial, que parece interesante.
    ―Es raro que comentes algo así. ¿Irás sola?
    ―No, habíamos pensado ir con Hanako, ella tampoco hace mucho ejercicio, y quizás podría irnos bien para ponernos un poco en forma.
    ―¿Y hacer natación o baile…? ―preguntó mi padre metiéndose en la conversación― no sé, algo más femenino, quizás.
    ―Pero esto también será bueno, puedo aprender a defenderme. Últimamente hay algunos casos de violaciones o abusos por parte de la pareja y estas cosas. Quizás no iría mal.
    ―No sé, hija ―comentó mi madre mirándome un poco preocupada― a veces estas cosas pueden volverse un arma de doble filo.
    ―¿Qué quieres decir?
    ―¿Y si después de aprender esto… lo que sea… te da por luchar y ponerte en peligro innecesariamente? ―continuó mi madre.
    ―En estos casos es mejor huir que luchar. Ya sabes que digo yo, más vale cobarde vivo que valiente muerto ―añadió mi padre, dándole la razón a mi madre.
    ―Pero os estáis montando una película… En serio, yo solo quiero practicar un poco de deporte y siempre me ha gustado un poco la lucha. ¿Recordáis que de pequeña quería hacer karate?
    ―Y lo que nos costó convencerte de que no… ―mi madre parecía un poco decepcionada.
    ―Cariño, no nos pudo tocar una hija menos femenina.
    ―Algo habremos hecho mal ―suspiró mi madre, aún delante de mí haciendo que me enfadara por esas palabras.
    ―Que quiera aprender a defenderme es algo malo, preferís que venga un tío cualquiera y me viole y me mate sin que pueda hacer nada ―les dije como respuesta a sus palabras―. Aquí se nota el poco amor que me tenéis.
    ―¡Shiho!

    Dicho esto, cogí mis cosas de la mesa, las recogí y cogí la llave de casa para irme de nuevo. No quería verlos más y me apetecía ir a dar una vuelta. Cuando estuve fuera de casa, ignorando las palabras de mis padres que me preguntaban dónde iba, cogí el móvil y llamé a Hanako. Esta respondió bastante rápido, como solía hacerlo. Me sentí un poco culpable. Pero era demasiado tarde para echarse atrás.

    ―¿Puedes quedar ahora? Necesito hablar ―le dije simplemente, ella accedió― bien, quedamos en el parque de siempre.

    Sin más colgué. Estaba enfadada así que mi caminar era rápido, lo necesitaba para quitar mi rabia. No podía desahogarme del todo con mis padres. Al fin y al cabo eran eso, mis padres, y les quería, pero a veces también me desesperaban. Que si ser femenino o masculino. Que si ser religioso o no. Que si el esoterismo era cosa de demonios… Bien, probablemente la homosexualidad también sería cosa del demonio al fin y al cabo. No necesitaba hablar con ellos al respeto.
    Hanako había notado la urgencia en mi voz, así que pude ver como llegaba corriendo con su coleta alta algo despeinada, se notaba que la habían hecho con prisas. Sonreí un poco al verla así pero no estaba muy animada. Ella se paró frente a mí jadeando por la carrera. No se le daba bien correr, tenía razón cuando decía eso, pero un deporte como las artes marciales seguramente se le daría bien. Tenía buenas notas en gimnasia, excepto en las carreras. A veces me preguntaba si no tendría asma.

    ―Hola, ¿Qué ha pasado? ―me preguntó cuando por fin pudo respirar algo más tranquila.

    Como siempre nos sentamos en los columpios que ya eran como nuestro asiento particular, para nuestras quedadas nocturnas. Se la notaba preocupada, su mirada era sincera. Y yo me sentía un poco mal por lo que iba a decir, pero después de todo ella se merecía la explicación.

    ―Creo que mis padres no quieren que practique Muay Thai contigo, aunque fui yo quien lo propuso.
    ―¿Porque?
    ―Según ellos no es suficientemente femenino. Al parecer las artes marciales son para hombres.
    ―No tiene mucho sentido…
    ―Lo sé, y mira que les he dado buenos motivos, pero parece ser que prefieren que me viole un hombre cualquiera a que pueda defenderme y la gente piense que soy una marimacho.
    ―¿Tú crees que sea tan exagerado?
    ―No lo sé, pero es lo que han dado a entender. No quieren que practique Muay Thai por si quiero hacerme la heroína por el mundo y me meto en peleas, o eso es parte de la excusa que me han dado. Tampoco les he dado tiempo a más. Simplemente me he ido.
    ―Tus padres siempre han sido un poco intolerantes.
    ―Lo sé, con todo lo que no sea la palabra de Dios… Para ellos solo es válido lo que dice Dios. No entiendo cómo es que se han casado cuando quizás deberían de haber consagrado sus vidas a Dios. Todo sería más sencillo.
    ―Pero tú no habrías nacido...
    ―Es cierto…
    ―Y eso realmente no me gustaría. Yo les doy gracias por haberte tenido y por como eres. A pesar de cómo son ellos, tú eres mucho más tolerante.
    ―Es que nunca he querido ser como ellos; como ellos mismos dicen soy una rebelde. Quizás es cierto que algo han hecho mal como padres. No han logrado influenciarme para que sea como ellos.
    ―Creo que eso depende de las personas. Tú eres tú. Aunque tus padres te han educado, también lo han hecho tus profesores y has tenido amigos con diferentes formas de pensar. Eso influye también. Y tú eres una chica con carácter que no se deja influir fácilmente, eso es algo que me gusta de ti ―me comentó consiguiendo que me sonrojara un poco por sus palabras, pero también por la hermosa sonrisa que me dedicó.
    ―Muchas gracias, Hanako ―le respondí también con una sonrisa― eres la mejor, siempre sabes cómo animarme.

    Ella se levantó de su columpio y se acercó a mí. Me tendió la mano y en cuanto se la di me ayudó a levantarme. Nos quedamos las dos de pie, una frente a la otra. Nos miramos directamente a los ojos. Pude observar atentamente sus verdes ojos, ahora, algo oscuros por la falta de luz. Cogí aire, era el mejor momento para decir lo que iba a decir. Tenía mi corazón yendo a cien por hora, pero tenía el valor necesario para ello.

    ―Hanako, te quiero ―solté al fin viendo como ella abría los ojos― he estado pensando mucho y he llegado a esta conclusión.
    ―Gracias ―me dijo con una leve sonrisa― ¿Quieres quedarte a dormir a mi casa esta noche? Mañana hablaremos de esto, hoy no es el mejor momento después de tantas emociones.
    ―Hanako, lo digo en serio.
    ―Y yo también, se ha hecho tarde y mañana tienes que madrugar para ir a la universidad ―asentí ya que en eso ella tenía toda la razón del mundo, así que juntas nos dirigimos hacia su casa.
    Continuará...

    -----------------------------------
    Gracias por leer quien lea esto, XD
     
    Top
    .
  6.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Shut your mouth and let me speak

    Group
    Administrator
    Posts
    11,057
    Location
    Jotunheim

    Status
    Offline
    Buah, pos aquests... dos, tres dies? No sé, crec que vaig començar dijous a llegir, perquè intentava agafar son per dormir (estar davant de l'ordinador manté el meu cervell massa actiu i despres tardo hores a dormir). Estava dels nervis per la exposició de les oposicions, que la vaig fer dissabte. I no sé, vaig posar-me a llegir lo que tenies a Wattpad i entre ahir i avui he acabat amb tot. Allà falten dos capítols que aquí hi son, així que avui a la tornada he llegit aqui al forito.

    En fi, a por ello! La veritat és que fins ara trobo que has canalitzat molt bé l'energia i la personalitat de la Shiho. Que vale, no se la va veure molt als fics de Kai igualment, però està ben portat. La sensació d'una Shiho perduda després de que tots els tios al seu entorn mirin a altres tios i les ties simplement babegin per ells és com decepcionant per la pobra nena, no m'estranya que s'hagi perdut una mica. Jo també porto una època de molt poca sensibilitat romàntica després de tanta toxicitat durant anys, així que no sé què fer en molts fics, la veritat.

    Iori era el personatge necessari per a mi. El pobre que pringarà solter perquè la Shiho descobreix les diferències entre que et posi burra un tio i que estimis a una persona, tal com la Hanako deia al primer capítol. A més apareix d'hora, el que va bé per veure que Shiho comença sentint-se bé amb ell i comença a evolucionar. Personalment vaig patir la mateixa experència per allà el 2016 així que entenc a la pobra noia a la perfecció. L'amor es va imposar sobre el sexe aquell estiu, sip, em va costar també el mateix temps que Shiho adonar-me que em sentia culpable per estar a prop d'una altra persona que no era la que estimava en aquell moment, no va ser senzill. Al final amb aquella noia no he tornat a parlar perquè no deixa de ser que li vaig fer mal. En fin.

    Des d'un punt de vista de l'experiència, la declaració de Hanako pot ser alliberadora o un tant egoista, depenent de a qui es pregunti. A Shiho li semblaria lo segon, jo crec, però només perquè la confón i la obliga a pensar en els seus sentiments. Si els tingués clars, Hanako s'hagués declarat i no hagués passat res. En aquest cas, revoluciona totalment la pobra nena i tota la trama, clar. M'agrada que decideixi provar a veure com es sent amb Iori i amb l'Akane, a veure com es relaciona amb ells. Una mica d'anàlisi com a tu t'agrada, realment. Menys mal que no s'espera fins el maleit últim capítol per aclarar els seus sentiments haha

    També m'agrada la forma en la que prenen contacte emocional. Qui diria que a través de la carrera i la lluita Shiho podria aclarar-se el cap i causar els problemes que causa a casa seva hahaha la veritat és que els seus pares em sonen d'algo :V ah, quina ràbia que em fot aquesta gent, de veritat. Però bueno, serveix per a què Shiho es llanci a la piscina. Pero...

    QUIN FINAL DE CAPÍTOL MENYS ROMÀNTIC! HAHAHAHA Que vale, que Hanako té raó, pro almenys li podria explicar, aclarar, petonejar, lo que sigui abans de dir "que hem de dormir, nena". Com a mínim dormiran juntetes <3 romantiquillo(?)

    Ale, nos vemos XD
     
    Top
    .
  7.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Diosa del amor yaoi!

    Group
    Member
    Posts
    1,358
    Location
    En un mundo perfecto con mucho yaoi y gente buena :) <3

    Status
    Offline
    Hola a tod@s aquí vengo con dos capítulos más

    Ei, Mare! Està bé, llegint va bé per agafar el son, en part, jeje, me n'alegro pel tema de les oposicions i de que tinguis més temps i estiguis més relaxada, jeje
    M'ha costat una mica això perquè no tenia molt clar com era Shiho, però pel poc que havia sortit vaig extreure això, bàsicament ha sigut una mica d'improvització mentre escrivia, XD Realment ha de ser una mica traumàtic, a no ser que siguis fujoshi, i bé, ella no ho és del tot, solament una mica, i li xoca que tots els nois prefereixin a un altre noi, es troba perduda fins que Hanako li obra una nova porta i nous horitzons, XD
    Ai, Iori, bueno, va aparèixer i mira va donar joc, que jo en un principi no tenia pensat que fos així pero va anar molt bé, XD i li he agafat carinyo, és molt cuqui, jeje
    Hanako no volia perdre la amistat de Shiho i tenia dubtes sobre que fer, simplement va decidir ser sincera amb la seva millor amiga, potser tenia més opcions però és el que va escollir. I no li ha sortit malament del tot, que diguem, XD
    No, no volia que fos en plan: t'estimo i fi... volia una mica més de vidilla per a la parella, XD
    A la vida s'han de provar coses per decidir el millor, i a vegades has d'anar en contra de la familia per aconseguir el que un vol, sino no et menges res, jeje, per taaant si has de discutir amb els pares tocarà fer-ho, i si et deshereden mala sort, jajajajajaja jo no lluito massa però jo no tinc res pel que lluitar, XD
    I l'analisi és el més interesant i important en aquest món, jiji
    Tranquila, que el romanticisme vindrà, en algún moment arribarà, però encara no era el moment, ja ho trobaràs, jajajajaja

    I ara sí, els nous capítols jeje

    ---------------------------------------------



    Capítulo 7: Celos


    1630bafd75403a22198429630440


    Pasaron unos días y yo no hablé apenas con mis padres, no me apetecía discutir, así que simplemente hablé lo justo para evitar que la convivencia fuese más difícil. Así pasaron esos días. Yo en la universidad, estudiando, hablando con el grupo y un poco con Iori de vez en cuando. También Hanako estuvo mucho por mí. Se notaba que estaba algo preocupada, por lo que había pasado con mis padres, porque me hablaba más que antes. Siempre encontraba un mensaje suyo en el móvil. Y cada vez que los veía sonreía por el detalle.
    Así llegó el sábado, el día de la quedada en grupo. Estábamos en la estación, Hanako y yo, esperando a que llegaran las demás. Debían de estar al caer, según los horarios de los trenes, o eso esperaba. Por suerte no eran muy frecuentes los retrasos en los trenes. Mientras esperábamos seguimos hablando de cosas triviales que no tenían demasiada importancia pero que nos divertían.

    ―Hola Shiho ―escuché la voz de Akane cerca de nosotras.

    En cuanto la vi saludé. Estaban las tres juntas. Las presenté a Hanako y esta saludó formalmente. Se quedaron unos momentos mirando como pensando en cómo romper el hielo. Hasta que pasó algo bastante inesperado para mí. Kaori se lanzó casi literalmente sobre Hanako. Se puso a su lado y empezó a hablar con ella, con intención de monopolizarla. Me quedé helada. Era la táctica que solíamos usar con los chicos que no parecían guapos. Y allí empezó.

    ―Eres más guapa de lo que imaginé ―comentó Kaori con una sonrisa―. Que suerte tiene Shiho de tener una amiga tan guapa, si fuese ella ya me habría declarado.
    ―¿Cómo? ―pregunté confundida a más no poder―, pero no es que te gustan los chicos…
    ―Soy bisexual, aunque creo que la palabra no es correcta del todo en mi caso, me gustan las personas bellas, sean del sexo que sean.

    No esperaba esa respuesta tan directa. Estaba muy sorprendida. Pude ver como Hanako le sonreía de vuelta y luego se apartaba un poco de ella. A pesar de que evitó el contacto físico, empezó a hablar con ella. Hanako no era una chica muy habladora normalmente, pero al parecer Kaori le había caído bien. Algo extraño se asentó en mi pecho. Un sentimiento que no había tenido con mis exparejas. Me mordí el labio y no dije nada. Me centré en hablar con Akane y Reiko.

    ―Entonces, ¿por dónde queréis empezar? ―les pregunté a las chicas.
    ―Tiendas de ropa ―propuso Reiko.
    ―Y luego vamos a las de zapatos ―añadió Akane.

    Asentí con la cabeza y empezamos a andar hacia el centro comercial. Yo no tenía intenciones de comprar nada, pero ir a ver tiendas y pasar el tiempo con las amigas no me parecía tampoco un mal plan. De hecho, me gustaba la idea, excepto porque detrás de nosotras podía ver como Kaori intentaba ligar con Hanako. No me estaba gustando nada, eso. Así que en cuanto vi una oportunidad, Akane y Reiko estaban en una tienda, me acerqué al par.

    ―Kaori ¿No te interesa ver esta tienda de ropa?
    ―Sí, pero Hanako es más interesante.
    ―No te preocupes, Hanako no se irá mientras miras la ropa ―le dije simplemente con la mirada seria.

    Al final Kaori, después de mirarme y dedicarme una sonrisa triunfadora se fue. Me quedé pensativa, sin entender que pasaba. Y esa sonrisa… Cuando ella se fue miré a Hanako quien mantenía su mirada de siempre. No sabía que decir. Ahora que tenía a la morena para mí, sin Kaori de por medio, me sentía hasta nerviosa y no sabía que decirle.

    ―¿Pasa algo? ―me preguntó al final― noto tu aura un poco diferente.
    ―¿Sólo notas que me pasa algo por el aura? ―pregunté ahora divertida― creo que estoy siendo demasiado evidente para que pienses eso…
    ―¿Te molesta que hable con Kaori?
    ―No es eso, exactamente, puedes hablar con quién quieras.
    ―No te entiendo, Shiho, creo que es la primera vez que no te entiendo.

    Me quedé mirando a Hanako y negué un poco con la cabeza. Yo sí me entendía. Por primera vez en varios días entendía mis sentimientos. Tenía muy claro lo que estos querían decir. Y con eso muchas de mis preocupaciones se fueron, aunque llegaron otras. No sabía muy bien que decirle, así que simplemente me quedé mirando la tienda.

    ―Vamos a entrar también ―fue lo único que le dije al final.

    Ella asintió con la cabeza y entramos en la tienda, donde rápidamente Kaori empezó a hablar con la morena sobre la moda. Desvié la mirada ya que no quería ver esa escena. Me sentía incómoda. Pensé que quizás sería mejor hacer otra cosa. La tienda que quería no estaba lejos de allí, y algo me decía que ellas no tenían intenciones de salir pronto de esa tienda, así que salí un momento hacia esa tienda.
    Sabía que la otra vez Hanako quería comprar otro libro, pero no había podido. Mi idea era comprarlo y pedir una bolsa de regalo para envolverlo. Pero quería hacerlo yo, porque antes de todo, tenía otra idea pensada. Al ser un grupo quizás tendría tiempo de hacerlo sin levantar muchas sospechas. Encontré ese libro bastante rápido, sabía cuál era y donde estaba. Lo compré rápidamente y pedí la bolsa para el regalo. Después lo metí en mi pequeña mochila, que siempre llevaba cuando veníamos al centro comercial, y volví a la tienda de ropa.
    Ya no estaban allí. Di una vuelta y las encontré en la otra salida, Akane y Reiko me buscaban. Hanako parecía preocupada y hacía el intento de ir a buscarme, pero Kaori parecía querer monopolizarla todo el tiempo. Me quedé mirando un poco la cara preocupada de Hanako, y como poco a poco empezaba a mirar mal a Kaori. Así que decidí aparecer en ese momento, tampoco quería que lo pasaran mal por mi culpa.

    ―Chicas, perdón estaba probándome un vestido, al final no me ha gustado como me quedaba―les dije mientras me acercaba algo rápida hacia ellas.
    ―Nos has asustado ―me dijo Akane un poco molesta por mi desaparición.

    Volví a disculparme sin perder de vista el rostro de mi amiga, quien se había calmado al verme llegar. A pesar de todo me miró con una ceja fruncida. Rara vez se veía una expresión como esta en su rostro así que bajé la mirada. Me sentía mal. La había hecho preocupar y encima había estado observando cómo se ponía algo ansiosa. La culpa llegaba a mí.
    Finalmente seguimos avanzando, aunque esta vez no pude hacer nada más fuera de su vista. Ninguna de ellas me dejaba sola ni un momento, y Hanako me tenía bien vigilada. Suspiré. No había podido acabar de hacer lo que quería. Pero encontraría el momento. Quería hacer esto bien. Hanako se merecía que hiciera eso por ella. Sólo intentaría no volver a preocuparla de nuevo.

    ―¿Que hacemos ahora? ―preguntó Reiko mirando alternativamente la tienda de zapatos y la de complementos.
    ―Por mí lo que queráis.
    ―Yo prefiero los complementos ―dijo Kaori quien parecía muy decidida y ya iba arrastrando a Hanako junto a ella.

    Me molestó mucho ver como la cogía del brazo. Al principio Hanako se había resistido, pero ya se había rendido. Kaori llevaba todo el día insistiendo. No me gustaba la escena, pero no había nada más que hacer. Eso sí. No volvería a juntar a Kaori con Hanako, hasta que pudiese decir algo, como pareja de la morena. No iba a esconder mis sentimientos, pero primero tendría que decírselos a Hanako.
    Vimos varias tiendas más, comimos, y allí proveché para hacer una huida en el baño. Cogí el bolígrafo que siempre llevaba junto a mí, y le escribí la dedicatoria. Esperaba que le gustase. No era muy larga, pero decía lo que yo quería decir. Lo que sentía y lo que intentaba transmitir. La otra noche evadió el tema y no lo volvimos a tocar. Tuve que ir a la universidad, nos pusieron un trabajo para esa semana. No era de los largos pero quería que me saliera bien. Así que había tenido unas tardes movidas y no habíamos vuelto a hablar. Esa mañana Hanako no me había dejado tocar el tema de nuevo. Pero no me iba a rendir. Al acabar de escribir miré el texto:

    “Para la chica que más amo en este mundo:
    Hanako, me gustaría que creyeras en mis sentimientos y
    aceptases ser mi novia, no te arrepentirás.
    Te Quiero <3
    Shiho”



    Esperaba que esta vez al menos lo pensara un poco. La vez anterior me rechazó sin siquiera parpadear. Me había dolido. Pero sabiendo que ella me quería, no iba a tirar la toalla. No me apodaban la cazadora, por nada. Bien, no era la única, pero formaba parte del grupo. Y ahora mismo Kaori, estaba intentando cazar a la que era mi presa desde hacía una semana.
    Cuando salí ya habían acabado también así que nos decidimos a irnos juntas hacia otro lado. No quedaban demasiadas tiendas, solo una de joyería esotérica, donde había comprado el libro. Hanako la miraba con algo de brillo en los ojos, así que Kaori, quien se dio cuenta preguntó.

    ―¿Te gustan estas cosas?
    ―Sí, yo quiero dedicarme a esto. Estoy trabajando para montar mi propio negocio, pero no es exactamente una tienda de objetos.
    ―¿Entonces sabes mucho sobre astrología? ―Kaori parecía saber un poco del tema, y eso me molestó aún más, tenían demasiadas cosas en común.
    ―Más que astrología como lo entendéis, zodiaco y esas cosas, lo mío es más el estudio del Feng Shui, basado en los colores, y aplicado a las auras y a la medicina tradicional.
    ―Eso suena complicado, pero te refieres a la medicina de los colores ―volvió a decir Kaori― ¿verdad?

    Hanako se emocionó al ver que la otra chica le seguía la conversación. Al parecer Kaori estaba metida en ese tema. Y yo me estaba muriendo de los celos, y en parte del miedo. La morena me había rechazado hacía unos días, y en cambio ahora se lo estaba pasando la mar de bien con esa pelirroja, que técnicamente era mi amiga, pero estaba empezando a odiar.

    ―Sí, en gran parte sí. Los colores pueden ayudar a la gente a calmar sus sentimientos y también sus emociones, como la rabia, la ansiedad… Todo es escoger el color correcto. Es como enseñar a alguien a curarse a base de colores, pero solo funciona en casos así.
    ―Cierto, un dolor de estómago causado por ansiedad puede curarse con los colores, pero si es por un virus, no.
    ―Exacto, es a lo que me refiero. A lo que quiero dedicarme es a esto. Sería una medicina alternativa para dolencias básicas, pero no sustituiría ni a los doctores ni a los psicólogos.
    ―Es muy interesante, cuando tengas abierto me avisas y ya me pasaré para que me des alguna sesión.
    ―Por mí no hay ningún problema.

    Por mi sí lo hay. Y eso empezaba a ser un problema. Cada vez tenía más ganas de que el día acabara. No esperaba que fuese un día tan perfecto como el fin de semana anterior, cuando estuvimos las dos solas, pero tampoco esperaba que Kaori me amargara tanto el día. Tenía ganas de gritar. Había sido muy comprensiva y calmada con Yuki, y hasta con Nao, aunque estuve un tiempo enfadada porque me había dado plantón. Pero esta vez, me estaba poniendo de los nervios. Ahora entendía cómo se había sentido Yuki cuando yo había coqueteado con Nao enfrente de él. Esto debía de ser el karma, por haber hecho sufrir a mi amigo.

    ―¿Dónde vamos? ―pregunté cuando vi que ya salían del centro comercial.
    ―A casa, se está haciendo tarde y hemos comprado bastante.

    Akane y Reiko iban llenas de bolsas de ropa, zapatos y complementos varios. También Kaori había tenido tiempo de eso entre coqueteo y coqueteo. Asentí con la cabeza entendiendo que tuviesen ganas de ir a casa. Seguramente querrían probarse la ropa con los complementos y ver como quedaba todo. Como conjuntarlo y guardarlo. Esas cosas que se suele hacer después de las compras. Y viendo la hora, realmente eran más de las siete de la tarde.
    Nos despedimos de ellas, para mi suerte, Kaori no se atrevió a darle un beso a Hanako, fue una despedida normal. Estaba algo preocupada por las acciones de la pelirroja. Me estaba dando miedo lo que pudiese hacer cuando yo no mirara. Finalmente suspiré de alivio cuando las vi subir al tren. Por fin se ha acabado esta pesadilla.

    ―Hanako, ¿Te importa si vamos al parque un rato?
    ―No, por mí está bien.

    Nos dirigimos hacia el parque un poco calladas. Yo no sabía que decir en estos momentos. Había tenido un día tan malo que realmente necesitaba un poco de calma y tranquilidad. Kaori me había dejado agotada. Demasiadas emociones en tan poco tiempo. Por suerte el parque no quedaba muy lejos. Un cuarto de hora andando y llegamos a él. En silencio. Como aún había niños jugando nos sentamos en un banco algo alejado de los juegos. Así tendríamos más intimidad.

    ―Has estado muy rara ―me dijo finamente rompiendo el silencio― ¿Va todo bien? Si no querías presentármelas podrías haberlo dicho y ya está.
    ―No es eso ―respondí sin mirarla a los ojos― solo me ha molestado que Kaori estuviese coqueteando contigo.
    ―Ya hemos hablado de esto…
    ―Pero, no es lo que tu piensas, Hanako, de verdad me gustas ―le respondí― no lo digo solo porque yo te gusto a ti.
    ―Shiho…
    ―Intenta entender mis sentimientos, si no fuese porque te quiero, no me hubiese puesto celosa de Kaori, ha llegado un punto en el que la estaba odiando tanto que quería gritarle y alejarla de ti ―ahora era yo quien estaba algo desesperada por hacerme entender―. Tienes razón que yo no lo había pensado hasta que tú me dijiste que me quieres. Pero eso no significa que mis sentimientos no tengan validez.

    Hanako se quedó callada intentando asimilar mis palabras. Yo tenía los ojos casi con lágrimas. Me estaba costando un poco no llorar en estos momentos. Pero no quería que pareciese que usaba las lágrimas para que me creyera. Sólo quería que ella viera que mis sentimientos eran reales. Por eso había comprado el libro y por eso había escrito esas palabras en la primera página. De todos modos, si Hanako no me creía quizás no tendría sentido dárselo.

    ―Shiho, ¿estás segura? ―me preguntó al final― no quiero hacerme falsas esperanzas.
    ―No lo son, la verdad es que no me lo había planteado nunca por como son mis padres, y sé que ellos no lo entenderán, pero me da igual. Lo he pensado mucho, también, incluso cuando he quedado con Iori, solo he podido pensar en ti.
    ―¿Quién es Iori?
    ―Es un amigo, que quizás quiere algo más de mí, pero le diré que no quiero nada con él. Sólo estoy interesada en ti. Tus sentimientos me han abierto una puerta que mis padres habían cerrado, pero no por eso son menos válidos. Te lo prometo. Confía en mí. Yo nunca jugaría con tus sentimientos.
    ―No digo eso, no digo que lo hagas queriendo, pero tengo un poco de miedo de que no sea real y solo estés confundida.
    ―Llevo desde ese día pensando solo en ti, solo en tus sentimientos y los míos. Lo he hablado con Akane, ella misma me dijo que si lo pensaba tanto era por algo. Y los celos que he sentido durante todo el día de hoy con Kaori, han sido reales.

    Hanako lo pensó un poco. Entendía sus razones. Ella llevaba tiempo enamorada de mí, yo solo había hablado de chicos y, ahora que sabía de sus sentimientos, me le declaraba. Seguramente yo hubiese llegado a la misma conclusión que ella. A pesar de todo, yo estaba muy segura de mis sentimientos y si me daba una oportunidad iba a demostrárselo.

    ―Antes de que digas nada, ten esto ―saqué el regalo de mi mochila y se lo di― es para ti. Quiero que lo abras en casa y lo mires bien. Después puedes darme una respuesta.

    Dicho esto, me levanté del banco, me despedí de ella y me alejé en dirección a mi casa. No quería estar presente cuando viera el regalo, prefería que ella lo leyese y pensase en eso con calma. Como ella misma había dicho estaban en juego sus sentimientos.
    Cuando llegué a casa me encerré en mi habitación para descansar después de ese largo día. Solo esperaba que no tardase mucho en darme una respuesta, porque estaba bastante ansiosa por saberla.
    Continuará…

    -----------------------------------------------------------



    Capítulo 8: Ritual de Otoño


    1630bb11fe5bf9a1807425823321


    Al día siguiente recibí un mensaje de Hanako diciendo que quería quedar conmigo, así que le respondí afirmativamente. La quedada era por la mañana en el sitio de siempre. Me empecé a arreglar, algo nerviosa. Admitía que nunca me había sentido tan nerviosa como esta vez. Todo había sido más sencillo antes, quizás porqué no había amor, y ahora sí. Lo que le había dicho a Yuki esa vez, lo sabrás cuando llegue, era esto. Lo sabía. Estaba enamorada. Quizás lo había estado desde siempre, pero me negaba a pensar en ello. En parte por mis padres, en parte por la educación que se recibía al respeto.
    Los sentimientos de Hanako habían despertado en mí mis propios sentimientos. También influía que todos los del grupo tenían parejas del mismo sexo. Me había enfocado más en pensar en Yuki y Nao, porque Yuki era mi exnovio y con Nao había coqueteado un poco. Pero Kenta y Kai llevaban ya más de dos años juntos, y Hideki había empezado a salir con Kenji. Nadie era heterosexual en el grupo.
    Había aceptado que mis padres no lo entenderían y tampoco tenía pensado lograr que lo hicieran. A mí me daba igual eso. En cuanto tuviera trabajo me iría de casa. Estaba bastante harta de ellos. Siempre menospreciándome por ser una chica, y con esos comentarios. Seguramente si fuese como mi prima, una tonta que solo seguía la palabra de Dios y que no tenía pensamiento propio, solo el que le decían sus padres y su pareja, serían más felices. Pero me negaba a eso.
    Realmente en casa solo contaba con el soporte de mi hermano, aunque hacía unas semanas que no lo veía. No solíamos coincidir en horarios. Íbamos a la misma universidad pero no coincidíamos ni allí ni en casa. No podía imaginarme que fuese tan complicado encontrarse con alguien en la propia universidad. Y en casa ambos pasábamos poco tiempo. Solíamos pasar más tiempo con nuestros amigos, así que tampoco era tan extraño. Con Yuudai, a pesar de vernos poco, me sentía cómoda y sabía que se preocupaba por mí a diferencia de mis padres.
    Seguramente algún día estos tendrían que saberlo, pero esperaba que fuese lo más tarde posible y cuando ya me hubiese ido de casa. Para que mentir, sería mucho más sencillo así. Si no lo hacía de este modo lo más probable es que la convivencia con ellos sería más difícil. Pero eso lo tenía asumido. No me importaba. Tenía claro que los sentimientos que sentía por Hanako eran más fuertes e importantes. Al fin y al cabo, pronto dejaría de vivir con mis padres y serían menos importantes en mi día a día, a diferencia de la morena. Quien siempre había sido importante en mi vida, de una forma u otra y esperaba que lo siguiera siendo.

    ―Hola ―la saludé en cuanto llegué.

    Hanako estaba sentada en el banco de la última vez con el libro en sus manos. Me la quedé mirando cuando vi que llevaba el pelo rizado. Me sorprendió, no era la primera vez que la veía con ese peinado, pero no era el más frecuente. Su pelo era liso y raras veces se lo rizaba. Ella me sonrió y se levantó para quedar a frente a mí y poder mirarnos cara a cara. Hizo un paso al frente y me dio un corto beso en mis labios. Abrí los ojos, pero no me separé, lo hizo ella segundos después.

    ―Hola ―fue su respuesta después del beso― es mi respuesta a tu proposición.
    ―Me lo tomaré como un sí, entonces ―le sonreí y le acaricié la mejilla.

    Asintió con la cabeza, yo seguía mirando el peinado. Le quedaba bien. Me parecía que estaba muy guapa, aunque siempre había pensado que era una chica hermosa. Fue lo primero que pensé cuando la vi, que era muy guapa. También pensé que ligaría mucho y que probablemente tendría mucho éxito con los chicos. Después nos volvimos amigas y me di cuenta de que, a pesar de que los chicos pensaban que era muy guapa, no se solían acercar a ella. Nunca entendí eso.

    ―Te queda muy bien este peinado ―le dije finalmente― te da un toque salvaje.
    ―Los peinados tienen más significado del que parece.
    ―También tocas estos temas ―respondí sin sorprenderme.
    ―Creo qué aunque no te lo explique tu subconsciente lo entiende.
    ―¿Tú crees?
    ―Sí, tu misma lo has dicho, me da un toque salvaje, hoy venía a una “lucha” con mis sentimientos. Cuando me pongo la coleta para correr es para darme energía, cuando llevo el pelo suelto es porque ese día no necesito un peinado para sentirme bien… todo tiene su explicación hasta los colores que uno escoge.
    ―Eres increíble con la de cosas que sabes.
    ―Te has fijado en el color de tu ropa, un vestido verde y los zapatos y accesorios marrones. El verde es el color de la esperanza, del inicio de un proyecto nuevo en la vida, relaja y ayuda a detener el miedo. Y el marrón es el color de la seguridad, el confort y también relaja ―analizó mi ropa como si no acabásemos de empezar a ser pareja, con lo nerviosa que me sentía yo y ella se fijaba en esos detalles―. Y el hecho de que lleves el pelo recogido en una coleta, me da a entender que también necesitabas energía para seguir.
    ―Todo esto has visto en mí, en solo unos segundos… a veces me das algo de miedo.
    ―Tenía mi respuesta preparada desde que leí tu escrito, y al verte hoy me he dado cuenta de que tenía razón. Creo que puede funcionar. Vamos a intentarlo. Yo también te amo.

    Al escuchar eso literalmente me lancé sobre ella para abrazarla. Me sentía más feliz que nunca. Me había pasado gran parte de la noche nerviosa. Había dormido poco por estar pensando en cuando lo leería y qué pensaría al leerlo. Si creería en mis palabras o si, por el contrario, seguiría pensando que simplemente estaba siendo influenciada. Ella misma había dicho que era difícil influenciarme, pero en el momento de la verdad era la primera en pensar que lo estaba.

    ―Entonces, ¿Crees en mis sentimientos? ―le pregunté para cerciorarme y estar completamente segura.
    ―Sí, creo en ellos, sin dudas.
    ―Gracias ―fue mi respuesta antes de acercarme para besarla de nuevo.

    Hanako no se apartó de mi beso, lo aceptó y respondió a este. Esto me hizo verdaderamente feliz. Había aceptado mis sentimientos y también mi beso. En estos momentos tenía la impresión de que no podía pedir nada más. Me separé de beso y la miré con una sonrisa. En este caso este sería nuestra primera cita. Y sinceramente no sabía dónde llevarla.

    ―Hoy hay una reunión en el templo, para celebrar el ritual de otoño, ¿Quieres que vayamos? ―me preguntó ella algo dudosa.
    ―¿De qué va?
    ―Es simplemente una manera de purificarte. ¿Sabes que significa el otoño?
    ―Es el momento de transición entre el verano y el invierno.
    ―Sí, pero es más que eso, es la estación en la cual nos acercamos más a la Gran Madre Tierra, le damos las gracias por los alimentos que nos ofrece. Es el tiempo de la cosecha, pero también es el momento del cambio. Se cierra un ciclo de vida, para empezar el ciclo de la muerte que da paso de nuevo a la vida. Es el momento en el cual la tierra descansa para poder dar más vida a partir de la primavera, y nos da todo lo que le queda antes de su descanso. La Gran Madre Tierra nos da todo su amor, antes de descansar, dándonos más abundancia de alimentos para que podamos vivir mientras ella duerme.
    ―Qué bonito ―respondí sorprendida por esta explicación, era una idea muy romántica del otoño que cambiaba mi manera de verlo―. Hasta hoy pensaba que simplemente era el momento en que las plantas morían y era una época triste que daba paso al frío, pero desde hoy creo que va a ser mi estación favorita.
    ―Es una estación que me gusta mucho ―me dijo ella con una sonrisa―. Y desde hoy va a ser mi favorita, porque ha sido en otoño cuando me has declarado tu amor.
    ―Yo he tenido dos semanas muy intensas, llenas de emociones, pero han valido la pena.

    La miré con los ojos brillantes. Realmente el otoño iba a ser mi estación favorita a partir de este día. De por si siempre me han gustado las hojas marrones, pero ahora para mí tendrían un significado diferente. El del amor de la Madre Tierra y el de nuestro amor. Este amor que había iniciado justamente en la época del amor a la Madre Tierra, tenía que ser verdadero. Debía de estar inspirado por este amor que nos ofrecía la naturaleza. Era una idea bastante romántica y me gustaba. Me la guardaría para mí, para el futuro.

    ―Voy a hacerme fan del otoño.

    Me miró unos momentos y al ver mi rostro serio, me echó a reír. Al cabo de poco se me contagió y acabé riendo junto a ella. No sabía muy bien cuál era la gracia a lo que había dicho, pero me gustaba verla reír. Tuvimos que parar de andar para poder recuperarnos un poco, pero finalmente retomamos la marcha. Seguimos caminando hacia donde Hanako quería llevarme.
    Llegamos al templo, el cual estaba algo decorado. En esos momentos estaba llegando una pequeña procesión con unas lámparas de papel con una vela en medio. No se veía demasiado bien por la luz del día, pero si se podía ver el color de los farolillos, que intercalaban el amarillo, el naranja y el marrón. Era realmente bonito de ver. Le cogí la mano a Hanako, quería disfrutarlo junto a ella y que mejor manera. Ella me apretó la mano y sonreí por ello.
    Cuando la procesión acabó todos los que llevaban farolillo entraron al templo. La gente empezó a hacer una fila de dos en dos en la puerta, Hanako me arrastró hasta la cola y nos pusimos en nuestro sitio. Al parecer tocaba esperar para poder entrar. Ella me miró y mientras esperábamos, que al parecer iba para largo ya que se entraba por familias, me dijo que aprovechara para escribir las cosas buenas que me habían pasado durante el año.

    ―¿Y esto para qué?
    ―Es para agradecerle a la madre tierra, es una manera de decirle que estas feliz y agradecida por las cosas buenas que te han pasado este año.
    ―Entiendo, como ella nos da amor, nosotros le damos las gracias, ¿no?
    ―Correcto. Yo ya lo tengo hecho.
    ―Esto es trampa, podrías haberme avisado antes.
    ―Era una sorpresa ―me sonrió y con esa sonrisa me desarmó por completo―, venga hazlo, va.
    ―Está bien, está bien.

    Algo divertida y feliz hice lo que me pedía, cogí la libreta y el bolígrafo, que solía llevar siempre conmigo, y empecé a pensar que cosas debía agradecer. Las buenas notas de la universidad; lo bueno que era mi hermano conmigo; lo bien que me lo pasaba con mis amigos; el yaoi privado que había tenido durante el año al encontrarme con Yuki y Nao más de una vez juntos; y que Hanako por fin había entendido mis sentimientos y había aceptado ser mi novia. Sí, con esto ya estará, creo que no tengo mucho más que agradecer que recuerde en estos momentos.

    ―Ya estoy, ¿y ahora? ―pregunté a Hanako quien estaba distraída mirando a su alrededor.
    ―Ahora guarda el papel, cuando entremos nos dirán lo que hay que hacer con el papel.

    Cuando me dijo eso, me fijé en que mucha gente a mi alrededor estaba haciendo lo mismo que yo, escribiendo en un papel las cosas por las que dar las gracias. Hanako no había escrito nada, algo me decía que ella ya lo había hecho con antelación, con toda la calma en su casa. Seguramente tendría algo más que escribir, pero así de sopetón no se me ocurría. Sabiéndolo hubiera pensado con más calma el día anterior.

    ―Hay muchas leyendas sobre el otoño ―empezó a hablar de nuevo Hanako―. En antigua Grecia, por ejemplo, se decía que el otoño y el invierno venían por la pena de la Diosa Demeter al perder a su hija.
    ―¿Su hija?
    ―Según la leyenda Demeter, la diosa de la fertilidad y el trigo, tuvo una hija con su hermano, Zeus, Perséfone. Cuando esta creció, su tío Hades, el dios del infierno, se enamoró de ella y la secuestró. Un día que recogía flores junto a sus primas y hermanastras, Atenea y Artemisa; al ir a coger un lirio, la tierra bajo sus pies se abrió en una grieta y cayó al mundo de Hades, el infierno.
    »Al parecer, Zeus, el padre de Perséfone, ayudó a Hades en el secuestro, aprovechando que Demeter no estaba. Cuando esta se enteró de que su hija había desaparecido, salió en su búsqueda olvidando su tarea de cuidar de los campos y la tierra, y, poco a poco, todo se volvió estéril.
    »Zeus, al darse cuenta de lo que había conseguido, se arrepintió y pidió a Hades que devolviera a Perséfone. El problema era que esta había comido ya un grano de granada, y una vez se comía cualquier comida del Tártaro, ya no se podía ir del infierno. No se sabe si Perséfone comió voluntariamente la fruta o si fue tentada por Hades, la cuestión era que había comido y que por lo tanto estaría atada al infierno para siempre.
    »Entonces Zeus, decidió hacer un pacto con ellos. Perséfone pasaría la mitad del año con Hades y la otra mitad con Demeter. De eso vienen las estaciones. El otoño es el momento en el cual Perséfone debe regresar al infierno, y cuando su madre empieza a entristecer. Eso hace que las plantas poco a poco se marchiten por su pena, hasta que en invierno ya se han marchitado y representa la cumbre de su pena. En cambio, la primavera es el momento en el que Perséfone vuelve junto a su madre, Demeter empieza a sentirse feliz y vuelve a ocuparse de los campos haciendo que florezcan durante esta época y el verano es la culminación de esa alegría.

    ―Al parecer también sabes de mitología ―le dije en cuanto acabó con la leyenda―. Realmente aquí tiene una connotación diferente. Es un poco más triste porque representa la separación de la madre con su hija, pero Perséfone tiene suerte de que su madre la quiera tanto para entristecerse de esta manera.
    ―Sí, es cierto, la otra simbología es más bonita que esta, pero en este caso también representa el amor. El amor de Demeter por su hija, solamente que lo hace de una manera diferente. En la primera nos da todo lo que le queda por dar antes de descansar para empezar de nuevo el ciclo, mostrando su amor por nosotros, en la segunda es tristeza porque se separa de la hija que ama, mostrando su amor por su hija.
    ―Tienes razón, lo mires como lo mires, simboliza el amor, es una estación propicia para empezar, y me alegro de que justamente nuestra relación haya empezado el día de la festividad que la conmemora.
    ―Ni hecho a propósito habría salido mejor.
    ―Estoy de acuerdo.

    Me acerqué a ella para darle un beso. No tenía muy claro que ella quisiera delante de tanta gente. Tenía un poco de miedo, iba algo dubitativa, pero Hanako rompió esas dudas besándome ella misma. Cerré los ojos y correspondí al beso. Fue bastante suave, aunque más largo que los anteriores. Finalmente nos separamos y avanzamos un tramo. Poco a poco llegaba el momento de entrar.
    Cuando por fin nos tocó entramos las dos juntas, aunque nos soltamos de las manos antes de entrar. No sabía hasta qué punto los Dioses aceptaban las relaciones de personas del mismo sexo, mejor no arriesgarse en este sentido. Dejé estos pensamientos y me fijé en lo que había a mi alrededor. Habían puesto los farolillos, en el mismo orden, apoyados en mesas redondas decoradas con manteles. En la oscuridad de la sala se podía apreciar mejor la llama de la vela y los colores de los farolillos.
    Caminamos por el pasillo que había entre las mesas y los farolillos, que estaban a ambos lados de una alfombra que llegaba de la puerta hasta un cuenco de piedra grande, donde había una gran vela de color amarillo. No había visto una tan grande en mi vida, probablemente la habían hecho especialmente para este ritual. La sacerdotisa nos dijo que dejáramos quemar la hoja mientras pensábamos en lo agradecidas que estábamos con los Dioses, por todo lo que nos habían dado. También nos dijo que imaginásemos como esas cenizas juntamente con nuestro gracias llegaba hasta el cielo.
    Así lo hice, quemé el papel pensando en lo que él me había dicho. Me costó un poco concentrarme al tener los ojos abiertos, pero logré imaginarlo. Después de eso, nos purificó con un poco de agua, que nos roció, y un pequeño cántico. Al parecer era una purificación para poder empezar el nuevo ciclo con nuevas energías, al igual que la Madre Tierra después del descanso de invierno. Me siento algo mejor después del ritual, seguramente se deba a un efecto placebo, pero me alegro de haber venido.


    ―Muchas gracias por haberme traído ―le dije a Hanako en cuanto salimos del templo e íbamos andando por la calle― guardaré este recuerdo para siempre, ha sido precioso este inicio de relación.
    ―De nada, yo también guardaré el recuerdo.

    El domingo 22 de Setiembre, sería un día para recordar. Era el día en el que habíamos empezado a salir, y el día en el que cambiaba la estación, el ritual había sido precioso. Toda la mañana estaba siendo maravillosa y esperaba que eso no cambiara por el momento. La cola había sido larga así que ya casi era la hora de comer. Hanako me guió a su casa, al parecer iba a comer con su familia. Ya conocía a sus padres y a su hermanito, así que no tenía problemas.

    ―Buenos días, señora Kazumi y señor Keitaro ―saludé a su madre con una sonrisa al llegar al comedor-cocina y verlos allí.
    ―Buenas tardes, ya, Shiho ―me corrigió su padre también con una sonrisa.
    ―Shiho ―me saludó el pequeño Megumi quien venía de su habitación, antes de que su madre pudiese responder― cuanto tiempo.
    ―Sí, ¿verdad? Han pasado muchas cosas.
    ―¿Ya eres la novia de Hanako? ―me preguntó directamente dejándome unos momentos en silencio.

    Miré a Hanako quien se estaba aguantando la risa ante la escena. Asintió con la cabeza y yo me giré de nuevo hacia el niño. Era moreno como su hermana, pero sus ojos en vez de ser verdes eran negros. Tenía el pelo corto con algunos mechones que le caían por los lados. Realmente era muy guapo, al igual que su hermana. El niño tenía 13 años, unos 7 años más pequeño que nosotras. Solía venir con nosotras a menudo, le tenía mucho cariño a Hanako.

    ―Pues sí, hoy Hanako me ha dicho que sí a mi declaración.
    ―Uooooo ―dijo el niño feliz― que bien, ya era hora.

    Me lo quedé mirando un poco, no sabía que tanto sabían en su casa, pero al parecer su hermano sabía bastante y desde hacía tiempo. Volví a mirar a Hanako quien estaba riendo ya por la escena. Sus padres no decían nada. Al parecer no era nada nuevo para ellos. ¿Sería que Hanako sí lo había hablado con sus padres? En esta familia nada podía sorprenderme en realidad. Me gustaba estar en esta casa, me sentía muy a gusto con su familia, más que con la mía. Pero eso no era difícil a excepción de Yuudai no me llevaba bien con ella.

    ―Que bien, Hanako, al final lo has conseguido, pero pensé que serías tú quien tomaría la decisión ―le dijo su madre hablando por primera vez― te lo dije cuando te tiré las cartas, que tu amor iba a ser correspondido, ¿o es que no te fías de mis predicciones?
    ―No es eso, pero no quería perder la amistad de Shiho. No sabía cuándo estaría preparada para decírlselo.
    ―A veces se tiene que ser más valiente, hija ―le reprendió un poco su padre― aunque me alegro de que al final todo haya salido bien.
    ―Yo también, yo también ―gritó el pequeño Megumi algo emocionado, por primera vez desde que lo conocía―, por fin Hanako será feliz y Shiho me gusta.

    Realmente me sorprendía lo mucho que Megumi quería a Hanako, era algo muy bonito de ver. Me recordaba a Yuudai, pero en pequeño. Quizás debería de llamarlo para poder hablar con él. Realmente lo estaba echando un poco de menos, y estaba segura de que él me entendería, él sería mi apoyo en caso de algo fuera mal con mis padres.
    El resto de la tarde con la familia Hanajima fue muy tranquilo. Después de comer junto a una agradable conversación, en la que los padres de mi novia hicieron algunas preguntas sobre cómo había avanzado todo, tuvimos unos momentos a solas en su habitación. Donde aprovechamos para tener nuestro momento como pareja, sin tener a nadie a nuestro alrededor. Nos pudimos besar y desatar un poco nuestra pasión que habíamos contenido hasta el momento. Aunque eso duró poco porque Megumi vino a pedir si jugábamos con él. No pudimos negarnos, así que acabó el momento de pasión y pasamos el resto del día jugando con el menor hasta que tuve que regresar a mi casa. Tenía clases al día siguiente. Nos despedimos con un beso y más feliz que nunca llegué a mi casa, sintiendo mi alma llena, por fin. Había encontrado el amor de mi vida.
    Continuará...

    -----------------------------------------
    Bueeeeeno!! Hasta aquí ha llegado por hoy, XD ya queda menos, jejejeje, me encanta como me ha quedado este fic, así que espero que os siga gustando tanto como a mí.

    Hasta pronto!!
     
    Top
    .
  8.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Shut your mouth and let me speak

    Group
    Administrator
    Posts
    11,057
    Location
    Jotunheim

    Status
    Offline
    Bueeeno, ja he llegit aquests dos. Quasi tots els vaig llegir ahir la nit amb els nervis de tot el que vam proposar i tal i me'n vaig anar a dormir a poc de llegir el final del segon capítol.

    La veritat és que tot i que esperava un capítol de gelosia (sol deixar les coses clares a l'afectat, en aquest cas la Shiho) no esperava que del no res una de les caçadores aparegués allà per sorpresa per fer-li la competència XD a més, ja no recordava que havien quedat totes juntes, després del lleig romàntic que li va fer en el capítol anterior la Hanako XD la veritat és que no havia interpretat que l'havia rebutjat, ha sigut una mica una sorpresa. Almenys aquesta ha fet el que tocava, no com Yuki, que la lia encara més, i ha reaccionat bé a pesar del mal de cap dels gelos. Ha estat una bona idea combatre a la Kaori amb un regal per la Hanako. Res millor que conèixer bé la persona, oi?

    Tampoc m'estranya la reacció de Hanako, ara entenent que la va rebutjar. S'estava protegint. A secundària i amb tu vaig haver de fer algo similar, no em podia donar esperances, especialment el cas de secundària. Simplement vaig fer lo que ella, vomitar emocions i que se'm passés la tonteria. Aquella noia va mirar de no donar-me més esperances, va fer bé. Com sempre, el teu cas va ser a part XDD

    Almenys al final ho acaba creient, i bueno, el primer dia de novies sol ser més del tipus "nos besamos porque nos hemos contenido", però m'ha agradat molt com ho has enfocat , ha estat original. Un pelet friki XD però per ficar mitologia mola! I el significat que li has donat a la tardor ha molat. Jo que sóc de tardor i hivern entenc el gust per aquestes estacions, la veritat (a més del clima ideal per una servidora XD). En fi, el treball intens en la trama ha pagat molt la pena en aquest segon capítol :)
     
    Top
    .
  9.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Diosa del amor yaoi!

    Group
    Member
    Posts
    1,358
    Location
    En un mundo perfecto con mucho yaoi y gente buena :) <3

    Status
    Offline
    Yey!! Dos capítulos más de este fic, venga que esto ya se acaba, apartir de aquí solo quedan unos extra y ya, XD Así que espero que os guste el final, XD

    --------------------------------------------------



    Capítulo 9: Te Quiero Hermano


    1630bb1a74df0e7c796010333030


    Los siguientes días pasaron rápidos y felices. Después de la universidad quedaba con Hanako y estábamos juntas lo que restaba de día. A veces íbamos a algún sitio, otras veces nos quedábamos en su casa. Se había convertido en mi refugio. Ellos sabían de nuestra relación y la aceptaban. No había malas palabras ni momentos tensos con ellos. Eran una familia muy relajada. Siempre me habían caído bien. Mis padres nunca gritaban, pero sabían como crear mal ambiente. A veces venía Megumi y jugaba un rato con nosotras. No me molestaba eso porqué sabía que el resto del tiempo lo podría tener para Hanako.
    Ya casi era la hora de acabar con las clases y estaba deseando ir a ver a Hanako, pero la vibración de mí móvil me hizo cambiar de planes. Tenía un mensaje de mi hermano y otro de Iori. Me había olvidado del rubio completamente. Estaba tan embobada con Hanako que no me acordaba de que había empezado unas citas con Iori. Tendría que decirle que no me interesaba y que ya tenía a alguien.

    ―Así que… un mensaje de Iori… ―me dijo Akane quien estaba sentada a mí lado y cotilleaba― ¿Aún no le has dicho que ya tienes novia?
    ―Es que no he hablado con él, de nada… Ni si quiera me acordaba de él… ―confesé un poco avergonzada por el descuido.
    ―¿Y qué vas a hacer?
    ―Le diré de quedar mañana, hoy me ha pedido mi hermano que vaya a casa pronto.
    ―Vale, entonces, mañana le dirás por fin a ese rubito guapetón que no, y podré ir a consolarlo.
    ―No sé si lo necesite, pero adelante, todo tuyo.
    ―Lo voy a conquistar, nena, ya verás ―dijo con un tono de voz que me hizo reír.

    A pesar de que la conversación había sido en voz baja al mirar al frente, vi que el profesor nos miraba un poco mal. Así que me centré en la clase y no dijimos nada más. Esperaba que el profesor no recordara nuestros nombres sino estaríamos en la lista negra de su clase, desde ese día. Pero siendo tantos alumnos era complicado. Estaba segura de que no me recordaría. Había pocos profesores que asociaran nombres con caras, si no eras de los que destacaban.
    Finalmente acabaron las clases y me fui directamente hacia el tren. Mi hermano estaba esperando junto a unos amigos. Me acerqué a él un poco sorprendida, no solíamos coincidir. Él me vio llegar y se despidió de sus amigos. Se acercó a mí y me saludó.

    ―Hola Shiho.
    ―Hola. ¿Qué ha pasado? ¿Me estabas esperando?
    ―Hace tiempo que no nos vemos, y quería verte. Me he enterado de que quieres aprender Muay Thai, mamá no paraba de quejarse ayer.
    ―Tuvimos un choque de opiniones hace unos días.
    ―¿Estás bien? Siento estar poco por casa estos días.
    ―Tranquilo, tienes cosas que hacer.
    ―Cuéntame que ha pasado para ver si puedo ayudarte ―sonreí ante eso, Yuudai siempre se había portado muy bien conmigo.

    Llegó el tren y decidimos dejar la conversación para cuando estuviésemos sentados. Así sería más fácil hablar. Realmente era una hora en la que uno tenía que ser rápido si quería asiento. El tren estaba bastante vacío, pero había muchos alumnos que se habían reunido a las puertas del tren para buscar asiento de camino a casa. No era hora punta como tal, pero muchas clases y muchos alumnos acababan a esta hora y la gente regresaba a sus hogares. Encontramos asiento y retomamos la conversación.
    Yo había decidido contárselo todo a mi hermano. Con él no quería tener mentiras ni engaños. Siempre me había apoyado y me había ayudado cuando mis padres se habían puesto en contra de algo que quería. Muchas veces la clave era que lo pidiera mi hermano y luego yo también aprovechase. Sabía que mis padres me querían, pero tenían la mente tan cerrada que era complicado poder hablar con ellos de según que cosas. Así que había perdido la esperanza de poder entenderme con ellos. En cambio con Yuudai sí podía.

    ―Pues, des del principio. Hace poco me enteré de que Hanako estaba enamorada de mí.
    ―¿Hanako? ―dijo sorprendido sin dejarme continuar.
    ―Sí, al parecer desde hace tiempo… cosa que me sorprendió tanto como a ti, ahora.
    ―No me lo esperaba.
    ―Yo tampoco, la verdad ―le respondí antes de seguir― la cuestión, es que en cuanto me di cuenta ella se me confesó y me dijo que no esperaba que la correspondiera, que sólo quería seguir siendo mi amiga. Pensé muchísimo en ello, pero en ese momento un chico empezó a hablarme y tuvimos un par de citas.
    ―¿Cómo es ese chico? ¿Es un buen chico? ¿No te hizo nada raro, no?
    ―Cálmate, no me hizo nada y es un buen chico, pero me di cuenta de que me gusta Hanako, la amo.
    ―Entonces, sí correspondes sus sentimientos.
    ―Sí. Lo acabé de entender cuando una amiga mía coqueteó con Hanako y sentí unos celos terribles. Así que le compré el libro que quería y le pedí que fuese mi novia. Y ahora somos pareja.
    ―No sé que tiene que ver con el Muay Thai, pero si eres feliz con ella me alegro por ti.
    ―Gracias, Yuudai. Sí soy feliz. Creo que nunca había sido tan feliz en estos años.
    ―¿Y que pasó con el chico?
    ―Hemos quedado mañana para hablar, le contaré todo para evitar problemas futuros.
    ―Está bien.
    ―Sobre el tema del Muay Thai… Es que con Hanako decidimos que sería bueno hacer un poco de ejercicio, y a ella los deportes de correr no le van. Así que pensamos en otra cosa y en ese momento, vimos un anuncio de unas nuevas clases que empezaran, en el gimnasio del centro comercial. Empezaran con el Muay Thai para principiantes, como nosotras, y queríamos probar. Nunca está de más saber algo de defensa por si acaso.
    ―Ya veo, y le dijiste a nuestros padres que querías practicar Muay Thai.
    ―Sí, pero no les he contado nada de Hanako, ni lo haré. Al menos no hasta que me vaya de casa. En ese entonces… ya me lo pensaré. No quiero tener caras largas en casa ni más palabras hirientes.
    ―Entiendo, entonces no les diré nada sobre Hanako. Y si tienes algún problema con papá y mamá no dudes en pedirme ayuda.
    ―Gracias, sí, lo siento, es que estabas ocupado y no quería molestarte.
    ―Para mi hermanita lo que haga falta, nunca serás una molestia.
    ―Gracias hermano, eres el mejor ―le miré con una sonrisa― te quiero.
    ―Lo sé, yo también me quiero ―me dijo en broma― aunque también te quiero a ti.

    Estuvimos los dos callados unos momentos, cada uno pensando en sus cosas. Yuudai tenía razón siempre podía contar con él, pero tampoco quería que siempre estuviese solucionando mis problemas. Se lo agradecía pero entendía que él tenía su vida, sus amigos y sus cosas. Aunque no sabía nada de si tenía pareja o no, siempre había sido muy reservado para estas cosas. Tampoco le había preguntado, si quería contarlo lo haría por si mismo.

    ―Sobre el Muay Thai, Shiho ―dijo él empezando de nuevo la conversación y sacándome de mis pensamientos― ¿Qué harás? Si quieres te lo pago yo, ¿cuánto son las clases?
    ―Se tienen que pagar las clases y mínimo hay que comprar unas vendas para las manos y los guantes.

    Saqué el papel que me habían dado en el gimnasio con todos los precios y lo comentamos. Excepto el precio de los guantes todo lo demás estaba muy bien detallado. En un principio eran más importantes las vendas que el guante, así que eso se podía comprar un poco más adelante. Después de pensarlo un poco y de comentar quedamos en que él podía costearlo con lo que había ganado en su trabajo de verano y con lo que iba ganando los fines de semana. Por mi parte le prometí que se lo devolvería cuando trabajase, apuntaría los meses que él pagaría de mi gimnasio, y que en un futuro se lo devolvería.

    ―No es necesario, lo hago porque quiero.
    ―Ya, pero es tu dinero, te lo has ganado tú, con tu trabajo y esfuerzo no me parece justo que lo gastes en mí.
    ―No debes darle tanta importancia, eres mi hermanita.
    ―Por eso mismo, te lo devolveré en cuanto pueda.
    ―Si es lo que quieres… mira que llegas a ser tozuda cuando se te mete algo en la cabeza.
    ―Gracias ―le dije feliz de que al final hubiese aceptado.

    El resto del viaje hablamos de cosas del día a día, las clases, los amigos… Aunque él me preguntó algunas cosas sobre la familia de Hanako y sobre ella misma. Le respondía a todas sus preguntas, al fin y al cabo pasarían a ser su familia con el tiempo, y tendría que conocerlos. Ya que no podría hacer una reunión familiar con mis padres como mínimo llevaría a mi hermano. Que se lo merecía por ser el mejor hermano del mundo.
    Continuará…

    ---------------------------------------------



    Capítulo 10: Final Feliz


    1630bb23e212579762971422463


    El día anterior, después de hablar con mi hermano, me encontré con Hanako, le conté lo que había hablado con Yuudai y lo del Muay Thai, y también que hoy no podría quedar con ella. No quería mentirle así que solo le dije que había quedado con un amigo. Era cierto, Iori solo era un amigo, sólo no dije algunas cosas de más. Ella lo entendió y le dije que cuando acabase de hablar con él, le mandaría un mensaje, ella aceptó eso.
    Ahora era el momento de hablar con Iori, quería decírselo de manera casual. No quería que sonase muy forzado. Él no se me había declarado así que me sabía mal rechazarlo sin que él dijera nada. De todos modos, tenía que hablarlo con él para que no se hiciera falsas esperanzas. Llegó a nuestra cita un poco más tarde que yo, esa vez había sido yo quien había esperado por él. Le sonreí al verle llegar.

    ―Hola, Iori.
    ―¿Has esperado mucho?
    ―No, acabo de llegar en realidad.
    ―Bien, ¿Quieres ir a algún sitio?
    ―La cafetería está bien, me apetece tomar algo.
    ―Pues vamos ―Iori se veía tan alegre como siempre, y me empezaba a sentir algo culpable, pero tenía que hacerlo.

    Nos sentamos en una mesa con nuestro pedido, después de haber hecho la larga cola y de pagar. Una vez allí le di un sorbo de mi bebida y lo miré. Estas cosas siempre eran difíciles de decir, pero no podía ser más difícil que declararse y eso me había salido solo.

    ―Iori, yo te considero mi amigo ―le dije al final― y como mi amigo, me gustaría contarte algo.
    ―Dime.
    ―Me he enamorado. De la persona que menos esperaba, en realidad, pero sé que mis sentimientos son verdaderos.
    ―¿En serio? ¿De quién te has enamorado?
    ―De mi mejor amiga.
    ―¿De Akane?
    ―No, no, con Akane sería imposible ―le dije riendo un poco por sus palabras―. No mi mejor amiga de la infancia.
    ―¿Sabes que estos amores de amigos de la escuela no suelen acabar bien?
    ―Quien sabe, pero estoy segura de que Hanako y yo vamos a estar bien.
    ―Vaya… Entonces no tengo ninguna oportunidad contigo, al parecer.
    ―No, porque yo amo a Hanako. Lo siento.
    ―Está bien, me alegro de que me lo hayas dicho, así no me haré falsas ilusiones ―me miró y me sonrió― pero es una pena con lo guapa y buena chica que eres.
    ―Lo sé, pero esta persona ya tiene dueña en estos momentos. De todos modos, podemos seguir siendo amigos, si quieres.

    Volví a beber un poco en lo que él asintió. Probablemente ahora nos veríamos menos. No estaba segura de que pudiésemos seguir siendo amigos. Él se estaba desviando un poco de su camino para verme, si ya no había interés amoroso dudaba que lo hiciese, pero el mundo dabas muchas vueltas y tampoco era bueno cerrar puertas.
    El resto de la conversación fue solo para no despedirnos tan rápido, pero se notaba que el ambiente estaba algo tenso. Algo en Iori había cambiado. Era entendible ya que acababa de rechazarlo. Al final nos despedimos y yo le hablé a Hanako para poder quedar con ella un rato. Tenía tiempo de sobras antes de regresar a casa. Y la verdad, quería pasar el mínimo tiempo posible en mi casa, a poder ser.
    En cuanto llegué me fui directo a casa de Hanako, que era donde habíamos quedado. Al parecer estaba sola. Sus padres habían salido con su hermano. Megumi quería ver una película infantil y habían dicho que cenarían fuera así que teníamos la casa para nosotras solas. Cosa que aprovechamos para profundizar nuestra relación.
    Hanako se sentó en su cama y yo me acerqué para quitarle el jersey. Después hizo ella lo mismo con el mío. Nos habíamos visto muchas veces pero era diferente. No era solo mirar, era el sentimiento de deseo, y el querer tocar. Algo que hice. Llevé mi mano a su pecho apretándolo levemente disfrutando de lo blando que se sentía. Me molestaba ese sujetador allí en medio así que se lo quité y volví a tocar su pecho, esta vez notando lo suave que era su piel.
    Me acerqué para besar sus labios mientras le acariciaba el pecho, poco a poco encontré su pezón y jugué con él, apretándolo y tirando un poco de él. Este fue creciendo a medida que yo le daba cariño, parecía estar disfrutando. Hice lo mismo con el otro. Dejándolo tan despierto como a su gemelo.
    Finalmente tumbé a Hanako en la cama y me puse encima de ella. Me quité mi sujetador y roce nuestros pechos desnudos, mientras la volvía a besar. Notaba como ese roce me encendía por dentro. Poco a poco empezaba a notar una sensación abajo, más intensa de la normal. A pesar de haber tenido algún novio que otro seguía siendo virgen. Y era la primera vez que compartía este momento con alguien.

    ―Hanako ―susurré un poco excitada por el momento― tócame tú también.

    Ella accedió a mi petición y llevó sus manos a mi trasero, por debajo de la falda. Como aún no hacía suficiente frío no llevaba medias, y le fue fácil meter la mano también debajo de mi ropa interior. Notar su mano acariciando esa zona me hizo sentir un escalofrío de placer. Volví a besarla con más intensidad y más pasión.
    Harta de tener aún los pantalones y la ropa interior de Hanako de por medio, me levanté un poco y se lo quité, dejándola desnuda en la cama. Al verla así me lancé a sus pechos donde empecé a lamer, succionar y morder su pezón. Ella gimió y se estremeció por ello. Al parecer le estaba gustando. Mejor porque en estos momentos iba bastante caliente y no iba a parar.
    Habíamos empezado lentas pero al aumentar el calor en nuestros cuerpos de hacía más difícil el poder controlarse. En estos momentos me sentía como un depredador devorando a su presa. Dejé los dos pezones sensibles por el trato que les había dado. Llevé mi mano a su entrepierna, encontrándola, ya, húmeda. Me relamí los labios. Lentamente, dejando besos, lamidas y algún que otro mordisco por su estómago bajé.
    La abrí de piernas y separé sus labios para poder encontrar su clítoris. Primero lo toqué un poco con mis dedos, buscando el sitio que más le gustaba y la manera como le gustaba. Su cuerpo reaccionaba bien. En cuanto lo encontré llevé mi rostro hacia allí y empecé a lamer. Primero por fuera tocando esos puntos que ella me había mostrado antes. Y luego un poco por dentro, metiendo y sacando mi lengua alternativamente. Con eso encontré otra zona que la hizo estremecer.
    Era la primera vez, así que era momento de aprender. Intentaba recordar las cosas que le gustaban para poder repetirlas en ocasiones futuras. De vez en cuando dejaba escapar un sonidito muy sexy. E intentaba repetir la acción en busca de volver a escucharlo.

    ―Shiho… se siente bien…

    Agradecí sus palabras, porqué a pesar de haber cogido la iniciativa estaba un poco nerviosa sobre si le gustaría o si le estaría haciendo daño. Sus palabras me animaron a continuar por este camino. Y seguí lamiendo en las zonas que la hacían sentir mejor. O al menos eso intentaba.

    ―Vo-voy… a…

    Ese momento su cuerpo empezó a temblar mientras ella agarraba las sábanas con fuerza. Seguí lamiendo su clítoris hasta que su cuerpo empezó a relajarse. Había llegado a su orgasmo. Sonreí y me levanté de esa postura. Me acerqué a sus labios y la besé. Aproveché eso para tocarla un poco con sus dedos, ella solo se estremeció un poco, la zona estaba algo sensible en esos momentos.

    ―¿Te ha gustado?
    ―Sí, por ser tu primera vez, ha sido genial.
    ―Gracias, tengo que admitir que me he informado un poco por internet…

    Ella rio ante eso y me tumbó en la cama quedando encima de mí. Me sonrió en cuanto me tuvo debajo, y se hizo una coleta alta en esta posición. Dejándome ver todo su pecho en su máximo esplendor. Que bonitos que son. Quiero tocarlos de nuevo. Y ni corta ni perezosa eso hice. Llevé mis manos a sus pechos y empecé a tocarlos, masajeándolos un poco. Vi la mirada traviesa de Hanako. Se agachó acercándose a mí y en vez de besarme como esperaba se desvió hacia mi oreja.

    ―Ahora me toca a mí, así que quédate quietecita y déjamelo todo a mí ―dicho esto me mordió el lóbulo de la oreja.

    Suspiré ante ese acto, sobre todo cuando pasó su lengua dejándola húmeda y luego se separó para soplar un poco. Eso hacía cosquillas, pero también me había excitado. La miré y me sorprendió cuando vi que se levantaba de encima de mí. No dijo nada solo sacó un trozo de tela de un cajón y se dirigió hacia mí.

    ―¿Te importa si te ato y te vendo los ojos? ―me preguntó mientras cogía mis manos y las subía hacía el cabezal de la cama.
    ―¿Có-cómo? ¿Porqué?
    ―Siempre me ha hecho ilusión. No te haré nada malo.
    ―No es eso, confío en ti, pero…
    ―Shiho, por favor.

    La miré parecía emocionada con la idea. No sabía que decir porque nunca lo había probado. Finalmente asentí, probar cosas nuevas no era malo y si no me gustaba al menos lo podría decir después de haberlo probado. Ella me miró con los ojos brillantes y me dio un beso antes de proceder a atarme y vendarme los ojos. Era una sensación extraña.

    ―¿Cómo te sientes?
    ―Rara…
    ―¿Te duele?
    ―No, por el momento no.
    ―Bien, entonces ahora es mi momento de hacerte sentir bien.

    Dicho esto, volvió a subirse encima de mí y empezó a tocarme. Me masajeó mis pechos hasta que decidió centrarse en mis pezones. Hizo lo mismo que en mi oreja. Los humedecía y los soplaba, consiguiendo que notara cosquillas y que mi cuerpo se estremeciera. Cuando lo hacía notaba que la tela rozaba mis muñecas haciendo un poco de fricción, pero no dolía.
    Se divirtió jugando largo rato con mi cuerpo, haciéndome sentir cosas que nunca había sentido pero que se sentían muy bien. En un momento determinado noté como metía sus dedos en mi interior. Estos se movieron de un modo que yo no había probado hasta el momento. Y a pesar de que era placentero tocaba un punto que me hacía sentir algo extraña.

    ―Aah… Hanako… me voy a mear… ―le dije cuando entendí la sensación.
    ―No te preocupes por eso, ¿A qué se siente bien?
    ―Sí, pero…
    ―Tú tranquila, solo aguanta un poco.

    Realmente tenía razón, se sentía bien que tocara ese punto, pero también me preocupaba no poder aguantarme. No conocía este punto, era la primera vez y no sabía como iba a reaccionar mi cuerpo. Finalmente dejó de mover los dedos. Los sacó y se centró un poco en la zona externa. Cuando tocó cierto punto concreto me estremecí, ella lo notó y siguió tocándome en esa zona. Se sentía muy bien, tenía la impresión de que iba a correrme pronto, pero en esos momentos ella dejó de tocarme.

    ―¿Hanako? ―pregunté ante eso.

    Ella se levantó y cambió de posición. También me cambió de posición a mí. No sabía muy bien como estábamos colocadas por la venda de mis ojos. Pero de repente noté como su cuerpo se friccionaba contra el mío. Gemí por eso. Estaba ya casi de hacía unos momentos, y aunque por el parón me iba a costar más seguía estando cerca. Unos movimientos más como estos y a medida que sentía ese placer, iba notando que mi orgasmo de nuevo se acercaba.
    Esta vez Hanako no paró, solo continuó con eso hasta que me corrí entre espasmos. Ella siguió moviéndose un rato más hasta que noté como su cuerpo también se estremecía de nuevo, se movía un poco irregular por los espasmos. Había perdido un poco el control de sus movimientos y poco a poco quedó quieta.
    Ambas respirábamos con dificultad. No recordaba haber tenido un orgasmo tan placentero desde hacía tiempo. A veces cuando lo hacía yo sola si había tenido alguno, pero en general eran solo orgasmos normales, este había sido como un orgasmo “estelar”. No tenía otra manera de definirlo.

    ―Uau ―fue todo lo que dije.
    ―¿Te ha gustado?
    ―Sí, aunque al tener los ojos vendados no sé qué has hecho…
    ―Pero se ha sentido bien o incluso mejor al no poder ver, ¿no crees?
    ―Quizás, tampoco puedo comparar porque no lo he hecho con nadie antes.
    ―Ahora te quito la venda y te desato.
    ―Sería un detalle, me gustaría cambiar de posición y poder verte.

    Ella volvió a reír ante mis palabras y me dio un beso antes de liberarme. La miré a los ojos en cuanto me acostumbré a la poca luz de la habitación y me acerqué para besarla. Correspondió y nos quedamos unos minutos así, tumbadas en la cama entre besos y caricias dulces.
    A pesar de todo este maravilloso momento acabó, pronto sus padres llegarían a casa así que nos levantamos, nos vestimos y nos preparamos para cenar juntas antes de que yo tuviese que regresar a mi casa. Posiblemente más feliz que nunca, aunque al llegar a casa intentaría que no se me notase mucho para evitar preguntas y tener que inventarme una excusa.
    FIN

    -----------------------------------------
    Y hasta aquí el fic como tal, que mal me quedan los porno yuri, en mi opinión, pero no son mi especialidad, lo siento, de todos modos espero comentarios.

    Para el próximo día os dejo los extras!!

    Hasta pronto!!
     
    Top
    .
  10.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Shut your mouth and let me speak

    Group
    Administrator
    Posts
    11,057
    Location
    Jotunheim

    Status
    Offline
    Bueeeno, doncs la trama principal acaba! No sabia quants capítols més hi hauria, així que m'ha sorprès una mica, ha passat volant!

    El capítol 9 m'ha servit bastant per veure com és el germà de la Shiho. Mai recordo com porres es diu pobret. Yuukai? Yuudai? Algo amb "Yuu", en fi. Eso, que per saber què escriure en l'extra, em va bé. Kai ja em va recordar que sortia molt a l'inici de Tormenta 1, he de tornar a llegir aquell tros. I en fi aqui es veu lo atent i protector que es, com a bon germà que ha de ser, clar. Encara que a banda de la conversa... sabem gaire més?. El recordo d'haver aparegut abans en aquest fic també, però més en plan esporàdic.

    El capítol 10 m'ha resultat més interessant... però no pel lemon XD jo els lemons no els comento gaire a no ser que hi hagi algo particular, però fa força temps que no desperten massa reaccions de cap mena si no és per la qualitat o la forma de redactar-ho (com els de Kai, que son molt més realistes des del costat de l'home que el que qualsevol dona pugui escriure, realment). Bueno, a lo que anava, la part interessant ha estat veure com tirava Shiho amb Iori tenint en compte que ja estava en una relació. Vaig estar en una situació similar fa uns anys i tenia curiositat. Aquí tothom és megaassertiu i tots ho encaixen bé però amb la incomoditat habitual. A mi em van dir de tot menys maca quan vaig escollir amor per sobre d'atractiu (total pa que luego me rechazaran, ps). Es nota que és per anar tancant trama haha.

    He dit que no comentaria del lemon, però sí que tinc un parell de coses a dir. La primera... Hala, ni temps a respirar que té Shiho d'aprendre què és el sexe que ja li estan proposant coses extres XD és potser una mica aviat no? XD no em sembla malament, però pobre ni s'entera del que està passant haha ai la Hanako, que ha tingut molt de temps de fantasejar. Ella ha tingut experiència per saber fer res d'això o...? I bueno, la segona és més emocional. Fa moooolt de temps que llegint lemons o em vull morir de la vergonya aliena (sin placeres añadidos), o només m'entra el riure tonto (com amb els de Kai) i poco más. Potser perquè també fa la pera que no llegeixo un lemon yuri, bueno, es nota que sóc lesbiana XD la zona del pit ha demostrat desig almenys (vull dir, interès real)! I jo que pensava que portava setmanes asexual total... XD en fi, bona notícia pel teu lemon haha

    En general aquest no ha sigut un fic molt dramàtic com altres que fas o de la resta de la saga de Tormenta, ha estat tranquilet. Bueno, lo que vindria a ser lo que passa quan dos persones comencen una relació després de temps de conèixe's haha sense exagerar. El capítol chulo ha estat el 8 completament, li has ficat ma als temes que et molen més i es nota! Ja sé que encara falten els extres, però em venia de gust fer minicomentari al final. Potser amb els extres comenti més del fic en general, no sé.

    En fi, fins aviat!
     
    Top
    .
  11.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Diosa del amor yaoi!

    Group
    Member
    Posts
    1,358
    Location
    En un mundo perfecto con mucho yaoi y gente buena :) <3

    Status
    Offline
    Holaaaa!! Empezamos con los extras
    Esta vez tocan el 1 y el 2, los he puesto cronológicamente, espero que os gusten!

    -------------------------------------------------------------



    Extra I: Los sentimientos de Hanako


    1630bb3e85a989f4915634888687


    Era pequeña, habíamos ido con mis padres de excursión a otra ciudad, y después de ir a una conferencia sobre esoterismo, habíamos ido a comer a una zona picnic. Allí había un parque muy grande, con muchos columpios, toboganes y juegos varios. Me dieron permiso para ir, pero no podía irme muy lejos de su vista. Asentí con la cabeza y empecé a jugar por allí. Pronto empezaron a venir otros niños y niñas. Entre ellas, vi una niña castaña con un aura que me dejo embobada.

    Es hermosa. Nunca había visto a una niña tan hermosa y con un aura tan brillante.

    No la conocía de nada ni la había visto antes. Tampoco había visto nunca un aura tan verde como ese, con ese brillo y esa intensidad. Tenía ganas de hablarle, pero me dio algo de vergüenza. A pesar de que no me atreví a hablarle no pude apartar mi mirada sobre ella. Iba junto con un niño algo mayor que ella. Este la cogía de la mano. En un momento determinado ella se soltó y fue a los columpios corriendo para poder jugar, el niño la siguió gritando que no corriese porqué podría hacerse daño. Desde la casita sonreí por la escena.

    Pip pip pip. En ese momento sonó el despertador y abrí los ojos perezosamente. Había empezado un nuevo día. Sonreí por ese sueño, el cual no era más que un recuerdo de mi infancia. De cuando Megumi aún no había nacido. Recordé también que justo después cuando mis padres me llamaron les señalé a la niña, y les dije lo que había visto. Ellos simplemente se habían reído un poco y con una sonrisa amable me habían dicho:

    ―Este es tu primer amor.
    ―Tan pequeña y tan avanzada ―había añadido mi padre todo orgulloso mientras me acariciaba la cabeza.

    En ese momento no lo había entendido, pero cuando unos 10 años más tarde había vuelto a reencontrarme con Shiho, lo entendí. Ella estaba entrando a la escuela donde yo había ido durante años. No lo podía creer. Me había dado cuenta de que esa aura verde brillante y esa niña castaña eran las mismas que las de mi recuerdo. Mi corazón había dado un vuelco en mi pecho y nuevamente no había podido apartar la mirada de ella. En clase el profesor nos la presentó. Se llamaba Shiho Nakahara. Rápidamente había grabado ese nombre en mi mente. Durante todas las clases había pasado más tiempo mirándola a ella que prestando atención y al parecer ella lo había notado.

    ―Me has estado mirando mucho ¿Por qué? ―me había preguntado durante la hora del desayuno, me había quedado impactada y no sabía que responder.
    ―Estaba pensado que me gustaría ser tú amiga ―fue lo único que había podido decir.
    ―Está bien por mí ―había respondido ella con una sonrisa.

    Así fue como habíamos empezado a hablar y nos habíamos hecho amigas. La presenté a los demás del grupo y con el tiempo, ella y yo nos hicimos mejores amigas, aunque también se hizo novia de Yuki. Me había comentado que este le gustaba y pese a que dolía eso, la ayudé a que empezara a salir con él.
    Mi primer amor, había sido un fracaso sin haber tenido tiempo de declararme, eso era lo que había pensado en ese momento. Durante años, dolió ese sentimiento. El amor no correspondido es algo demasiado doloroso para poder explicarlo con palabras. Faltan palabras en el diccionario para ello. Pero no pude hacer otra cosa. Al fin y al cabo, era su mejor amiga y al no declararme no tenía derecho a decir nada.
    Unos años más tarde, todo había cambiado, Shiho no tenía pareja. Estaba algo confundida y perdida con sus propios sentimientos. Aproveché un poco esa confusión para llevarla a mí terreno. Le dije lo que yo quería, siendo algo egoísta. Después de 10 años pensando en ella, y de estar dos años juntas, hablando de chicos, no había podido evitar decirle que también había chicas en este mundo.
    Al parecer había surtido efecto. Porqué después de eso, acabó por enamorarse de mí. Con eso todo el dolor que había sentido desapareció de la nada. La felicidad había anulado los demás sentimientos anteriores. Pero no quería darme falsas esperanzas así que negué esas palabras. No podría aceptarlas hasta saber que realmente eran ciertas. Y ella demostró que lo eran. Me hizo entender que a pesar de qué yo la había incitado, ella se había enamorado de verdad. Y no pude más que hacerla mía. Después de eso tenía decidido no dejarla escapar, nunca.

    La quería solo para mí, para siempre.
    FIN

    --------------------------------------------------------------



    Extra II: Una Semana en Canadá


    163950d3fe298ab8676927234042


    La boda de Yuki y Nao, nos dio un poco de envidia y aunque ya llevábamos anillos de compromiso aún no habíamos dado el paso para la boda. Como mis padres aún no sabían nada de mi relación con Hanako, no podíamos montar una gran fiesta sin invitarles. Eso había parado nuestros planes de boda, pero ya estaba un poco cansada de tanto esperar por su culpa, así que me había decidido. Le había propuesto a Hanako que nos casáramos por el civil, y que ya haríamos la ceremonia más adelante. Lo comentamos y lo miramos, con las personas más cercanas y decidimos hacerlo en Canadá. Donde estábamos en este mismo momento.

    ―Por fin ha llegado el día. Estaremos aquí una semana, hay que aprovecharla bien ―comenté en cuanto pisé Canadá― pero que frío que hace…
    ―Vosotras estaréis toda la semana nosotros tenemos que regresar que los trabajos no esperan ―me dijo Reiko, quien venía de acompañante con mi hermano.

    Yuudai y Reiko ya llevaban dos años de casados, y ella había insistido en acompañar a mi hermano sí o sí. Éramos pocos, a pesar de que sería la boda oficial y quizás la única que tendríamos, por el momento. Habían venido los padres de Hanako, quienes tenían trabajos flexibles, en sus horarios, Megumi, quien se iba a saltar unos días de universidad, y la parejita que tendría que regresar pronto a trabajar y solo venían para la firma.
    En un principio, Megumi no sabía quería tener la responsabilidad de ser testigo de nuestra boda, pero al final había accedido. Realmente era joven y esas cosas quizás le venían un poco grandes. La suerte es que había aceptado, a mí me había hecho muy feliz eso. Megumi era como otro hermano para mí y lo quería mucho, así que esperaba tenerlo como testigo en mi boda, ni que fuese como parte de Hanako.
    Era por la tarde así que fuimos al hotel a dejar las cosas, el viaje había durado unas horas, por temas de trabajo no habíamos podido cogido un avión anterior y habíamos llegado bastante tarde. Al dejar las cosas en el hotel fuimos a por la cena. Teníamos un poco de hambre y pronto sería hora de ir a dormir, la boda se haría a la mañana siguiente. Ambas estábamos algo nerviosas. Comimos relativamente poco, no podíamos quitarnos la firma de la cabeza. El padre de Hanako nos aconsejó que comiésemos y lo intentamos un poco. Megumi estaba igual de nervioso que nosotras, mientras que mi hermano y Reiko estaban muy tranquilos, ellos ya habían pasado su boda.

    ―Estoy muy nerviosa ahora mismo.
    ―Sólo es una firma, no hay invitados ni fiesta, tranquilizate ―me dijo Reiko tan seria como siempre.
    ―Tu siempre tan calmada, hasta en el día de tu boda.
    ―Era un momento feliz, ponerme nerviosa solo iba a hacérmelo pasar mal cuando debía ser un buen momento.
    ―Ojalá pudiese pensar igual que tú, Reiko, estoy que parezco un flan.

    Ambas estábamos en la habitación. Me tocaría dormir con ellos dos, ya que según las normas no podía pasar la noche con Hanako. No sabía que normas, teniendo en contra que no era una boda como tal, pero los padres de Hanako habían decidido esto. Mi prometida dormiría con su hermano. No estar con la morena me ponía aún más nerviosa, ella era la única que conseguía calmarme. Estaba segura de que ella no estaría tan nerviosa como yo, siempre solía llevar las cosas con más calma.

    ―Shiho ―me llamó mi hermano saliendo del baño, ya duchado y vestido― hora de ir a dormir, mañana tocara levantarse pronto, que tienes que ducharte y arreglarte.
    ―Sólo vamos a firmar unos papeles.
    ―Pero irás bien vestida, se tiene que cuidar la apariencia ―me rebatió Yuudai, haciendo que suspirara―, y es tarde.
    ―No creo que pueda dormir, estoy demasiado nerviosa.
    ―Intenta no pensar mucho en eso, sino puedes venir a dormir conmigo, yo te daré todos los mimos que quieras.
    ―Yuudai.
    ―¿Qué? Es mi hermana y me necesita.
    ―Venga a dormir ―respondió mi cuñada haciéndome a reír un poco― incestos en otro sitio.
    ―No es incesto si solo quiero hacerla sentir menos nerviosa. Es amor fraternal.
    ―Sí, sí, venga a dormir, infiel.
    ―Yo no soy infiel.
    ―Buenas noches, y gracias.

    Después de esa conversación me sentía un poco más relajada aunque no tenía la impresión de poder dormirme fácilmente. Me metí en la cama y cerré mis ojos. Tenía muchas ganas de que llegase el día siguiente y realmente llegó antes de lo esperado. Cuando volví a abrir los ojos eran ya las 7 de la mañana. Me levanté y fui hacia el baño para darme la ducha. No tenía mucho más que hacer y ahora sí que no podría dormirme de nuevo. Tampoco valía la pena intentarlo, en menos de una hora estaríamos todos despiertos. Noté el hambre que no tenía la noche anterior. No haber cenado mucho estaba pasando factura.

    ―¿Vamos a comer? ―me preguntó Yuudai.

    Al salir de la ducha la pareja ya estaba despierta y vestida, al igual que yo. Asentí con la cabeza muerta de hambre. El servicio de comidas empezaba pronto así que ya habían abierto para los desayunos. Había de todo un poco y me lo comía todo con la mirada. Me puse un buen plato con varias cosas y me las comí tan rápido que casi me atraganto.

    ―Shiho, cuidado a ver si te vas ahogar antes de la boda.
    ―Sí, perdona, es que me estaba muriendo de hambre.
    ―Eso es porque ayer no cenaste, seguro que Hanako está igual.
    ―¿Donde está? ―pregunté interesada en eso.
    ―En la habitación, bajará cuando acabes, recuerda que no puedes verla aún.
    ―No entiendo todo este montaje…
    ―Cosas de los padres de ella, que les hace ilusión.

    Después de comer regresamos a nuestra habitación y empezamos con la sesión de belleza. Que si la ropa, que si el maquillaje, que si el peinado… Llevaba una falda que me llegaba hasta las rodillas con pliegues de color marrón claro, una camiseta escotada de color blanco y una chaqueta rosa claro, junto con unos zapatos de tacón de color rosado muy parecido al de la chaqueta. El bolso para llevar las 4 cosas obligatorias era de color marrón claro.
    Reiko se encargó del peinado y del maquillaje. Y mi hermano le hizo de ayudante en lo que ella le pidió. E iba comentando lo guapa que me estaba dejando, a pesar de que a mi no me dejaban mirarme en un espejo, todavía. Se me hizo un poco eterno pero finalmente acabaron y me dejaron mirarme al espejo. Fui al baño y me encontré un maquillaje algo suave pero que me quedaba precioso al igual que el recogido que me había hecho. Con unas pequeñas trenzas que recorrían los costados de mi cabeza y hacían que mi pelo no me viniese hacia el rostro a la hora de firmar.

    ―Uau, que bonito. Te ha quedado muy bien, Reiko.
    ―Ha hecho practicas estos últimos días ―confesó mi hermano ante la mirada no muy feliz de Reiko, por su comentario.
    ―¿Practicas?
    ―Lleva unos días peinando y maquillando a una muñeca probando colores y peinados, para este día.
    ―¿En serio? Muchas gracias ―le respondí con una sonrisa notando como mis nervios poco a poco iban desapareciendo.

    Estuvimos un rato más hablando hasta que finalmente recibieron una llamada. Por lo que escuché Hanako ya estaba de camino así que era hora de ponernos en marcha, nosotros también. No iban a dejar que nos viésemos hasta que no fuese nuestro turno en el juzgado, me lo veía venir. Salimos de la habitación, bien abrigados, y al llegar al coche empezamos nuestra ruta al juzgado, momento en el que empecé a sentirme nerviosa de nuevo. Cada vez el momento estaba más cerca.
    Un rato más tarde, de haber llegado al juzgado nos llamaron y por fin pude ver a Hanako con su ropa elegante y su peinado para este día. Estaba preciosa. Llevaba un vestido pantalón, de esos de cuerpo entero con los pantalones verdes y la parte de arriba blanco, con unos zapatos de tacón. Su cabello largo caía sobre sus hombros algo ondulado y sobresalían unas flores que debían de estar unidas en su cabello por unas pinzas de pelo. Estás eran de un color violeta muy bonito. Llevaba los colores que nos representaban, según ella, en una perfecta unión. Sonreí por ello y me acerqué.
    Después de las palabras del maestro de ceremonias, el cual dio un discurso muy bonito sobre el amor, junto con las implicaciones legales, nos dijo que podíamos firmar los papeles. Primero Hanako, luego yo y por último los dos testigos, primero Yuudai y por último Megumi, quien estaba un poco nervioso. Después de eso nos preguntó si teníamos algún anillo para constatar la unión. Asentimos y nos lo pusimos mutuamente, junto con un te quiero. Luego de un beso, y de unos aplausos, salimos de la sala, con los papeles que desmostraban nuestra unión, en mano.

    ―Por fin estamos casadas, Hanako ―le dije a mi, ahora, esposa― Te quiero muchísimo, no puedes ni imaginarte lo feliz que me siento en estos momentos.
    ―Yo también estoy muy feliz, Shiho, y también te quiero.

    Estuvimos hablando un poco celebrando nuestra felicidad hasta que la madre de Hanako nos dijo que era la hora de ir al restaurante para continuar con la celebración. Cogimos los coches, aunque esta vez, yo no me separé de Hanako, y fuimos al restaurante. La madre de Hanako conducía uno mientras Yuudai conducía el otro, ambos eran de alquiler, pero necesarios para la boda. El de Yuudai nos lo quedaríamos Hanako y yo para poder tener independencia, ella y yo teníamos otros planes aparte del turismo.
    Comimos y bebimos en el restaurante hasta que ya no pudimos más. A decir verdad los padres de Hanako se pasaron así que a la vuelta conducí yo hasta el hotel para poderlos dejar en su habitación. Hubo cambio de habitaciones, algo que fue un poco movido pero después de eso pudimos dejar a los mayores en la cama para que durmiesen la mona.
    No voy a explicar lo que pasó después, aunque podéis imaginar que la cama acabó hecha un completo desastre. Y quedamos tan agotadas que al día siguiente nos costó levantarnos. Fuimos a llevar a Yuudai y Reiko al aeropuerto y luego regresamos al hotel donde Keitaro y Kazumi estaban pasando la resaca. No quisimos molestar así que con Megumi fuimos de turismo para ver cosas de Canadà. Había sitios bonitos de ver, pero al tener poco tiempo, la boda y nuestro otro plan nos teníamos que conformar con ver la ciudad y algunas cercanas.

    ―Esta ciudad es muy diferente de Japón. Es muy bonita ―exclamó Megumi bastante emocionado por ello― es la primera vez que salgo de Japón.
    ―Es verdad, no hemos viajado mucho fuera de Tokyo.
    ―Tú fuiste a Osaka por una boda, yo también quería ir.
    ―Pero no te habían invitado, Megumi ―respondió Hanako― era la boda de unos amigos.
    ―Mira, Megumi, esta vez has venido mucho más lejos de Osaka, estás en Canadá. ¿No te parece maravilloso? ―le pregunté con una sonrisa.
    ―Sí, la verdad es que sí. Me alegro de que me hayáis traído. Aunque quería ir a ver la ruta vikinga en l'Anse-aux Meadow, o la zona celta de Cabot Tail.
    ―Creo que eso tendrá que esperar a otro momento.
    ―Te gusta mucho la historia, Megumi.
    ―No exactamente, me gusta el pensamiento de esa gente, el poder saber que pensaban por lo que sabemos de ellos. Creo que me interesan más sus casas y sus ritos funerarios que su historia como tal.
    ―Por eso estudias antropología y no historia, ¿verdad?
    ―Sí, aunque quizás arqueología tampoco habría estado mal. Pero mi intención es estudiar antropología forense y conocer al ser humano.
    ―Me gusta la pasión que pones en lo que te gusta ―le comenté consiguiendo un pequeño sonrojo en él.
    ―Gracias ―fue la respuesta del menor.

    Siempre me había parecido curioso el comportamiento de Megumi, era muy adorable y me quería mucho. Eso lo sabía y esos sonrojos lo hacían muy tierno. Me preguntaba porque se sonrojaba por estas cosas, pero al final, como siempre, solo lo dejé pasar como un dato curioso. Y seguimos haciendo la visita hasta que fue la hora de regresar y ver si los mayores estaban vivos aún.



    Finalmente llegó el día de la esperada cita. Ya teníamos los papeles necesarios y todo listo. Hanako y yo teníamos libertad de movimientos, teníamos coche y los mayores ya estaban recuperados de la resaca y podían ir a visitar lo que quisieran junto a Megumi. Nosotras habíamos alagado que queríamos un día para nosotras solas después de la boda y mis suegros habían aceptado sin dudar. Así que Hanako se puso al volante y juntas emprendimos el camino con algo de nervios. Había llegado el día que esperábamos desde hacía tiempo.

    ―Buenos días, ¿Tenían cita? ―preguntó una mujer muy amable que estaba en el mostrador.
    ―Sí, a nombre de Hanajima.
    ―A ver… Aquí, están, perfecto, ¿Tienen los papeles necesarios?
    ―Sí, así que nos gustaría hablar con la señora Earle.
    ―Un momento, por favor.

    La recepcionista nos hizo sentar en unas sillas de la sala de espera e hizo un par de llamadas, antes de llamarnos y decirnos que en breves podríamos pasar, que vendrían a buscarnos. Nos volvimos a sentar y estuvimos hablando un poco nerviosas por todo hasta que finalmente llegó una mujer, quien nos habló y amablemente nos guió hacia el despacho.

    ―Bien, hemos hablado con la persona que llevaba sus tramites para la adopción, en japón. Nos ha dicho que el tema del dinero y de la casa está correcto. Nos faltaban unos papeles de matrimonio y rellenar unos papeles más. No tienen ningún tipo de antecedente penal ni se constata ningún certificado médico que incapacite a ninguna de las dos a ser madre, con lo cual, no debería de haber problemas, pero ya se sabe que estos temas son lentos.
    ―Sí, somos conscientes de ello.
    ―La persona que ha estado con ustedes para estos trámites seguirá viendo su evolución mientras no acabamos con todos los trámites y podemos empezar con la adopción.
    ―Está bien, por nosotras.
    ―¿Quieren ver a algunos niños?
    ―Nos encantaría ―respondió Hanako algo emocionada.
    ―Sí, a mi también me hace ilusión.
    ―Bien, entonces cuando acabemos con el papeleo podrán pasar a ver a los niños que tenemos en este momento. Aunque algunos ya están apunto de ser adoptados.
    ―Que suerte tienen.

    Dicho esto rellenamos y firmamos varios papeles y le dimos los que teníamos pendientes de entregar. Cuando la mujer estuvo satisfecha nos llevó por unos pasillos y vimos a varios niños muy adorables, entre ellos algunos bebés. Cuando vimos a dos de ellos que eran igualitos se nos abrieron los ojos. Ambas nos miramos y después de sonreír lo entendimos. Ellos debían de ser parte de nuestra familia. Así lo hicimos saber y la mujer nos explicó lo poco que sabía de ellos.

    ―Son gemelos, un niño y una niña. Hace poco que han llegado al orfanato. Los abandonaron en la puerta hace unos días. No tienen más de unos días, según la nota nacieron el 24 de Noviembre. Cuando los encontramos tenían una nota que decía que día habían nacido y que esperaban que tuviesen una vida muy feliz. No tienen nombre todavía.
    ―Nos gustaría adoptarlos, a los dos ―dije bastante emocionada― en cuanto los he visto y he pensado que era el destino.
    ―Yo también he pensado lo mismo, estoy segura de que el destino nos ha traído hasta aquí para que pudiésemos acogerlos y hacerles muy felices.
    ―Entonces los siguientes trámites de adopción, son para estos gemelos, tendrán que ponerles nombre y entonces, podremos empezar.

    Nos dejó tocarlos y al parecer los niños respondieron bien ante nosotras, no parecieron asustados ni nada. La mujer nos contó que con los bebés era más difícil de saber la afinidad con los posibles padres ya que solían llorar con cualquier extraño, o no llorar con ninguno. A veces había casos especiales, pero en general, al ser bebés, no se podía saber. Después de eso, empezamos los papeles. Tuvimos que decidir los nombres, algo que nos llevó un poco de tiempo, pero al final llegamos a un acuerdo que nos gustó mucho. Se lo explicamos a la mujer y estuvo de acuerdo. Aki Hanajima y Ame Hanajima. Serían los nombres que constarían para ellos desde este momento. Ya nadie más podría adoptarlos aunque nos dijo que quizás tendríamos que esperar algunos años antes de poder estar los cuatro juntos.
    Con estas palabras nos fuimos, al cabo de unos días de regreso a Japón. Llevando más papeles, alegrías y esperanzas de las que habíamos imaginado. Estábamos casadas y en unos años seríamos madres y tendríamos una familia como que la soñábamos. ¿Que más podíamos desear? En lugar de los nervios del viaje anterior, este estaba lleno de felicidad por parte de ambas y eso se podía notar en nuestras sonrisas mientras nos cogíamos de la mano.
    FIN

    -----------------------------------------------
    Ya solo quedan dos extras más y se acaba aunque habrá más extras en otro fic que Kaito dirá en algún momento!

    Hasta pronto!

    Edited by Tem-chan - 30/9/2020, 15:23
     
    Top
    .
  12.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Diosa del amor yaoi!

    Group
    Member
    Posts
    1,358
    Location
    En un mundo perfecto con mucho yaoi y gente buena :) <3

    Status
    Offline
    Bueeeeeeeeeeeenoooooooo!!!
    Por fin el final, los últimos Extra de este spin-off, al menos aquí, porqué estoy escribiendo algunos más para Kai, que colgará en algún sitio, si eso ya os pondré por aquí el link, para quien lo lea...
    -------------------------------------

    Extra III: Un Futuro Juntas


    163950c92bfdb5ae155258672694


    Habían pasado ocho años. Ya había acabado la carrera y había hecho las prácticas. Habían ido muy bien y había demostrado que podía hacer bien mi trabajo, así que me habían cogido en esa misma consulta. Había empezado a cobrar un sueldo. Más tarde uno de los veteranos de la consulta se había jubilado y yo me había quedado con el puesto durante unos años. Me había ido muy bien para ahorrar.
    Hanako y yo habíamos ido a vivir juntas en un piso, ambas teníamos un trabajo estable y no teníamos problemas financieros. Le había devuelto ya a mi hermano lo que él había gastado en mi gimnasio y ya me pagaba yo sola las clases. Ahora éramos veteranas en ese deporte. No íbamos a competir, pero dominábamos ya técnicas básicas y algunas combinadas de más nivel. Estábamos en forma, también hacíamos un poco de máquinas para ejercitar más el cuerpo.
    Me sentía realizada tanto en el trabajo como en mi día a día. Realmente hacía poco que habíamos empezado un negocio Hanako y yo. Hacíamos terapias que combinaban la psicología y el Feng Shui, según la necesidad del paciente. La gente solía irse contenta, así que poco a poco el negocio iba mejor. Yo había dejado la consulta de psicólogos donde había estado trabajando para dedicarme plenamente a la que tenía con Hanako.
    Con mi novia, todo iba genial. Trabajar con ella era muy relajante sin presiones y no teníamos peleas, en general. Todo el mundo sabía ya de lo nuestro, a excepción de mis padres. Justamente esto era lo único malo de mi vida. Mis padres. Iba a ir hoy a visitarlos a su casa. De vez en cuando me invitaban a ir, aunque no sabía porqué. Esta vez también iría Yuudai y teníamos pensado abrir la caja de Pandora. Sabía que no se lo iban a tomar bien, pero era el momento de decirles la verdad. Les gustase o no, yo era su hija, y tenían que saberlo. No lo aceptarían y quizás no querrían volver a verme, pero no me importaba, simplemente no quería esconderles nada.

    ―Shiho ―me llamó mi novia desde la cocina― ¿Estás lista?
    ―No lo sé… mentalmente no mucho ―le respondí apareciendo por la puerta justo en ese momento.
    ―Estará tu hermano, seguro que te ayudará.
    ―Lo sé, amor, pero… no puedo evitar sentirme mal por lo que van a decir.
    ―Aún no lo sabes.
    ―Pero lo intuyo.
    ―Todo saldrá bien ―me dijo con una sonrisa antes de besarme.
    ―Ya veremos.

    Justamente en esos momentos sonó el timbre. Era mi hermano. Se había entozudido con venir a buscarme sí o sí. Sabía que estaba preocupado por mí. Él conocía a nuestros padres tanto como yo. Según Hanako su aura era roja, y eso tenía implicaciones varias. Mucha energía y vitalidad, y muy protector con sus seres amados. Son seres muy apasionados y poco tolerantes a los reproches. Es decir, una bomba atómica.
    No podía negar que Yuudai me quería y eso me preocupaba. Podía desatar otra discusión con mis padres según lo que me dijeran. A pesar de todo no era capaz de tener esta conversación sin él a mi lado. Bajé rápidamente y ambos fuimos hacia la casa mientras hablábamos de nuestras cosas.
    Al llegar a casa de mis padres se acabó esta conversación, y nos pusimos serios. Venía la parte que daba miedo. El hablar con mis padres sobre otro tipo de temas. Suspiré. Mi hermano me puso la mano en el hombro para darme ánimos y llamamos a la puerta. Nos abrió mi madre, quien abrazó primero a mi hermano y le recibió con una sonrisa preguntándole cuando le daría un nieto. Y luego se dirigió hacia mí.

    ―A ti no te pregunto que siendo como eres no vas ni a conseguir novio ―me dijo simplemente sin abrazo y sin nada.
    ―Hola mamá, es un placer verte, igualmente ―la saludé cordialmente antes de entrar a la casa.

    Algo parecido pasó con mi padre. Volví a saludar cordialmente. Iba a darles dos noticias ese día. Y sabía que muy bien no se lo iban a tomar. Me senté en mi sitio, un sofá individual que había a un lado del sofá grande donde se sentaban siempre mis padres, y justo enfrente de otro sofá individual, que era donde se sentaba mi hermano. Al otro lado de mis padres. En medio había la mesita del café con unas galletas y una taza para cada uno. Todo listo para el momento. Algo muy común en mi madre.

    ―¿Cómo estás Yuudai? ¿Cómo te va el trabajo? ¿Y con Reiko?
    ―Todo bien, padres, en el trabajo muy bien, todo como siempre, y con Reiko, estamos pensando en buscar a nuestro primer hijo.
    ―Cuanto me alegra oír esto ya que Shiho nunca nos dará un nieto, es bueno saber que tú sí. Siempre hemos tenido fe en ti.

    Siguieron hablando un rato, solo con mi hermano. Cosa que me ayudó porque así pude pensar mejor en las cosas que iba a decir. Realmente no tenía mucho sentido pensar tanto como, me iban a echar de casa lo dijera como lo dijera. Pero tampoco quería que tuviesen un infarto o algo. Las impresiones fuertes no eran buenas.

    ―Shiho también tiene cosas que contaros ―les dijo mi hermano consiguiendo que mis padres enfocaran su atención en mí, por primera vez en toda la tarde.
    ―¿A sí? A ver hija, cuéntanos.

    Yuudai asintió con la cabeza para darme fuerzas y yo busqué todo el valor que había en mi ser para hacer lo que iba a hacer. Iba a dejar caer la bomba. Una bomba que quizás me mataría, sería un ataque suicida, pero era lo que tenía que hacer. Suspiré para quitarme las dudas y los miedos de encima y miré a mis padres.

    ―Hanako y yo, hemos adoptado a unos gemelos, un niño y una niña, que se llaman Aki y Ame, en referencia al otoño y la lluvia.
    ―¿Hanako y tú?
    ―¿Adoptar? ¿Cómo? ―preguntó mi padre ahora sorprendido― se necesita un certificado de matrimonio… no… no puede ser…
    ―Sí, Hanako y yo nos casamos hace años, por el civil. Y en un mes nos entregaran la custodia de los niños. En cierto modo seréis padres adoptivos de los niños, si queréis…
    ―¡No puede ser! ¿Cómo has podido hacer esto? ¿Cómo has sido capaz de casarte con una mujer? Eso va en contra de Dios. Y encima vais a adoptar. No solo os hacéis daño a vosotras mismas, sino que queréis arruinar la vida de esos pobres niños ―empezó a gritar mi padre mientras mi madre a su lado aguantaba las lágrimas.
    ―Algo hicimos mal al criarte. En el fondo es nuestra culpa que seas así. Me arrepiento de haberte tenido ―soltó mi madre antes de empezar a llorar.
    ―¡¿Pero que gilipolladas estáis diciendo?! ―preguntó mi hermano enojándose cada vez más― ¡CÓMO PODÉIS DECIRLE ESTAS COSAS A VUESTRA PROPIA HIJA! ¡¿ES QUE NO TENÉIS CORAZÓN COMO PADRES?!
    ―ELLA NO ES NUESTRA HIJA, ES UN SER DEMONÍACO.
    ―ENTONCES YO TAMPOCO SOY VUESTRO HIJO PORQUÉ YO LA APOYO, YO LE HICE DE TESTIGO DE BODAS.
    ―N-no puede ser ―dijo mi madre levantándose de su asiento en el sofá para acercarse a mi hermano― el demonio también te ha poseído a ti… a mi niño… pobrecito… mi niño...
    ―Ya no soy su niño, señora Michiko, y por tanto me voy.
    ―¿Michiko? ―preguntó mi madre al ser llamada por su nombre de pila por su hijo― Yuudai, espera.

    Mi hermano me cogió de la mano y se me llevó hasta la puerta de la casa. Una vez allí se giró para ver a los mayores de la casa. Ellos estaban confundidos a más no poder. Les habían dado la buena noticia de que quizás pronto serían abuelos y de repente habían perdido a su futuro nieto y a sus hijos. No entendían nada de lo que había pasado.

    ―Hasta que no acepten a Shiho, Hanako y los dos niños como parte de esta familia, ni mi familia ni yo formaremos parte tampoco, señores Yoshito y Michiko.
    ―Adiós ―fue lo único que tuve tiempo de decir antes de que nos fuésemos de allí a toda prisa.

    Mi hermano me arrastró un par de calles hasta que al fin me soltó. Suspiré. Y le miré sin saber que pensar de todo lo que había pasado en estos momentos. Lo único que tenía claro era que quería regresar a casa junto a mi esposa. Y relajarme un poco. Había sido un momento tenso, y no había tenido tiempo de decir nada. Al final Yuudai se había encargado de todo, él solo.

    ―¿Podemos ir a casa a hablar con calma, por favor? ―le pregunté finalmente a mi hermano, quien asintió.

    Regresamos a mi casa en completo silencio, en mitad de la calle no podíamos hablar de lo que estábamos pensado, así que en cuanto llegamos nos sentamos en el sofá ante la mirada atenta de Hanako.

    ―¿Qué ha pasado? Habéis regresado muy temprano.
    ―Nos hemos ido de la casa… hemos dejado de ser sus hijos, al menos verbalmente.
    ―¿Tan mal ha ido?
    ―Le han dicho a Shiho cosas horribles así que he dicho que sí ellos no querían a Shiho como miembro de su familia que yo tampoco formaría parte de la suya ―declaró orgulloso mi hermano.
    ―Creo que mis padres van a estar un tiempo en depresión…
    ―¿Les has dicho lo que ibas a decirles?
    ―Sí, que tu y yo estábamos casadas por el civil y que íbamos a tener dos niños adoptivos.
    ―¿Y?
    ―Me han dicho que aparte de destrozar nuestras vidas también vamos a destrozar la de los niños… y bueno… Yuudai les ha enfrentado.

    Hanako se sentó a mi lado y me abrazó. No sabía hasta que punto lo necesitaba hasta que me lo dio. En cuanto noté sus brazos no pude evitar esconder mi rostro en ellos. Se notaban cálidos y eran como un refugio para mí. Estos brazos eran mi mejor medicina para estos momentos.

    ―Lo siento ―me dijo simplemente.
    ―No es tú culpa, es suya, por ser como son. Me da igual lo que digan y lo que piensen. Como si no quieren volver a hablarme jamás. Mientras nosotras estemos bien es todo lo que importa, ¿verdad hermano?
    ―Por supuesto, yo siempre las apoyaré.
    ―Gracias, Yuudai ―le dijo mi esposa con una sonrisa.
    ―Creo que ya me voy ―se levantó del sofá e iba a caminar hacia la puerta cuando sonó el teléfono móvil de este― son nuestros padres.

    Descolgó el teléfono y lo puso en altavoz para que todos pudiésemos escuchar. Hanako me cogió la mano, ambas estábamos de pie al lado de mi hermano mirando la pantalla que solo ponía la palabra “padres” junto con los símbolos básicos en la llamada.

    ―Habéis decidido no ser parte de la familia, y lo respetamos, no queremos tener demonios en una familia santa consagrada a
    Dios. Os llamaré para firmar los papeles de separación y olvidaos de cualquier herencia, todo irá hacia vuestra prima, que sí se lo merece.
    Dicho esto, colgó sin dar pie a cualquier discusión. Mi padre, o mi antiguo padre, había dejado claro que no quería saber nada más de nosotros si no era para firmar los últimos papeles. No sabía que existiera algo así, la verdad. Pero si mi padre lo decía… De todos modos tampoco importaba porque hacía mucho tiempo que tampoco los veía demasiado como mis padres.

    ―Quizás sea mejor así, yo tampoco querría que alguien como ellos tuviera influencia sobre mis futuros hijos ―dijo Yuudai muy convencido― así será mejor para Aki y Ame, también. Estoy seguro de ello.
    ―Gracias por todo, Yuudai, eres el mejor hermano del mundo.
    ―De nada, para esto estamos para cuidar de nuestras hermanas pequeñas ―me dio un beso en la frente y me sonrió― bueno, ahora sí me voy, tengo que contarle todo lo que ha pasado a Reiko, que son cosas importantes.
    ―Gracias, nos vemos pronto.
    ―Por supuesto.

    Y se fue. Era muy normal en mi hermano. Aparecía, hacía, deshacía y desaparecía. Pero era parte de su encanto. Vi la puerta cerrada detrás de él y me giré hacia Hanako, quien me miraba algo triste. Le apreté la mano y ella sonrió.

    ―Está bien, como dice mi hermano es mejor así. Mis padres no habrían sido una buena influencia.
    ―Siempre te quedaran mis padres.
    ―Lo sé, y tú, porqué estaremos siempre juntas.
    ―Sí, junto a nuestros hijos.
    ―Y no nos olvidemos de mi hermano y nuestras amigas.
    ―Te quiero, Shiho.
    ―Y yo a ti, Hanako.
    ―Y tampoco te olvides de Megumi, que te quiere con locura.
    ―Es cierto, yo también le quiero mucho. A ver cuando vamos a ver a tu familia y pasamos un rato con él.
    ―Seguro que él estaría encantado por ello ―me respondió ella con una sonrisa― pero ahora me gustaría poder consolarte un poco ―me dijo antes de besarme a lo que correspondí.

    Por mí, respeto a mis padres, no había problema. Total yo hacía tiempo que no llevaba su apellido, desde que me había casado, hacía unos dos años que yo me llamaba Shiho Hanajima, al igual que mis dos hijos que pronto podríamos ir a recoger, que también llevaban ese apellido. Tenía claro desde que me había casado que ahora formaba parte de la familia Hanajima y lo prefería de este modo. Eso quería decir que estaríamos juntas para siempre.
    FIN

    -----------------------------------------------



    Extra IV: Las Cazadoras Juntas de Nuevo


    163950eb8848e0cc544915283153


    Un año después de que mis padres nos echaran de la familia, por la discusión que tuvimos en su casa, Yuudai había adoptado el apellido de Reiko, y ahora se llamaba Yuudai Miyabino, era extraño en un chico conservar el apellido de la mujer, pero a él no le había importado. Y por mi parte ya formaba parte de la familia Hanajima desde hacía varios años y no supuso ningún cambio importante.
    Hoy, era un día especial, nos habíamos encontrado todos, porqué era la boda de Akane con Iori. Cuando yo le dije que no quería nada con él porque me gustaba Hanako, Akane pasó al ataque. Yo sabía que ese era su plan. Desde un principio ella había planeado conquistarlo. A pesar de parecer tan frívola se había enamorado del rubio. Tenían un niño de 4 años llamado Isao, y otro niño de 2 llamado Nagi.
    Cuando llegamos vimos a Akane con su vestido de novia. Al parecer estaba dando una última ojeada a todo para ver que nada estuviese mal. Un niño de 4 años rubio, de ojos azules, estaba cogido a su vestido. Se la veía muy nerviosa. No era la primera boda a la que asistía en estos últimos años. Primero había asistido a la de mi hermano con Reiko y luego a la de Yuki y Nao, hacía unos de años atrás. Había sido muy bonita esta última boda. Con ellos dos todo era siempre muy tierno y bonito.
    Me acerqué a Akane junto a Reiko. Los otros se quedaron atrás con los otros niños. Era mejor así, porque sólo faltaría más ruido alrededor de la pobre, que ya parecía suficientemente alterada.

    ―Isao, por favor, mamá tiene que hacer unas cosas.
    ―Hola Akane, ¿Cómo van estos nervios? ―la saludé con una sonrisa.
    ―Hola Shiho, ¿Te importaría llevarte a Isao? Con los preparativos y los nervios no tengo tiempo para él ahora mismo.
    ―Claro no hay problema. ¿Necesitas ayuda en algo más?

    Me acerqué a Isao y le sonreí mientras le cogía la mano. Él ya me conocía de la última reunión, se lo había pasado muy bien jugando con mis hijos así que en cuanto me vio los buscó con la mirada. Al encontrarlos salió corriendo hacia ellos, quienes estaban con Hanako.

    ―¿Podrías ir a buscar a Nagi y llevarlo junto con su hermano a dar una vuelta por aquí? Necesito liberar a mis padres del niño para que me ayuden.
    ―Sí, entre todos nos ocuparemos de ellos, ¿verdad?

    Akane al ver a Reiko la abrazó. Era su mejor amiga y la necesitaba así que se la llevó cogida de la mano. Mi hermano se quedó con el cochecito de la niña. Después de los votos seguro que todo sería más tranquilo. Miré a Aiko, la hija de mi hermano y de Reiko. Sí, Reiko había conquistado a mi hermano. Lo he mencionado, pero aún no lo he explicado debidamente.
    Durante el tercer año de la universidad Reiko se había fijado en mi hermano, un día que yo había quedado con él. Estuvo indagando y al final consiguió conquistarlo. Le había dado resultado porque ya llevaban 5 años casados y tenían a Aiko, una niña de 1 año, quien dormía plácidamente en su cochecito. Al principio me había sorprendido, pero poco a poco me había acostumbrado a ello. Y al llevarnos bien, las reuniones familiares eran más entretenidas.
    Al lado de Yuudai con el cochecito, después de que Reiko se fuese con Akane, estaba mi mujer con los dos niños. Aki, un niño moreno de ojos marrones, y Ame, una niña igualita, ambos de 3 años. Estos dos no paraban quietos y menos ahora que se les había unido Isao. Ya estaban empezando a alborotar por la zona.

    ―Voy a ir a buscar a los padres de Akane para cuidar de Nagi, es lo que me ha pedido, ahora regreso.
    ―Nos vemos luego.

    Dicho esto, me fui en busca del niño. Me costó un poco, pero en cuanto los encontré, los saludé y les dije lo que me había dicho Akane. No nos conocíamos mucho, pero se acordaban de mí y de mi nombre, suficiente. Me dejaron al niño y regresé con los otros. En seguida se unió a los juegos con los otros pequeños. No se llevaban mucho, todos eran pequeños, así que era importante mantenerlos vigilados. Sería un poco complicada la boda con tantos niños.
    En esos momentos vimos llegar a Kaori junto a un chico de cabello castaño y ojos verdes. Iban cogidos de la mano así que pensamos que sería su pareja. Sabía que había tenido una relación extraña. Un trío con un chico y una chica, pero no había acabado bien. Ahora estaba con este chico, a quien acababa de conocer hacía poco.

    ―Hola a todos ―se presentó saludando con la mano― os presento a Natsu.
    ―¿Naciste en verano? ―preguntó mi esposa algo emocionada― mis hijos se llaman Aki y Ame, por el otoño y la lluvia ya que nacieron en esa época.
    ―Sí, nací en verano, en agosto.
    ―Ellos dos nacieron a finales de noviembre.
    ―¿Cómo está la novia? ―preguntó Kaori interrumpiendo la conversación que mi esposa tenía con Natsu.
    ―Pues nerviosa, la verdad… ha secuestrado a Reiko en cuanto la ha visto.

    Hablamos un poco más y fue la hora de reunirnos para la boda. Isao, era uno de los pequeños encargados de llevar los anillos a sus padres cuando estos acabaron de dar sus votos. Los abuelos le dieron la cajita y uno de ellos le acompañó para que lo entregara. La otra cajita la llevaba Nagi junto con otro de los abuelos. Fue muy tierno ver a los dos niños, yendo hacia sus padres con las cajitas. Akane aunque no quería, acabó llorando ante eso. Tomé algunas fotos de la boda, incluida esta escena.
    Al acabar con la parte formal, llegó el vermut antes del banquete. Con los camareros llevando los platos y sirviendo bebidas por todo el patio del recinto. Los niños jugaban y comían apartes iguales. Reiko estaba con nosotros y estaba dándole una papilla a Aiko. Era demasiado pequeña aún para comer otras cosas. Por otro lado, los pequeños comieron un poco de lo que había por allí.
    Pudimos ver a Akane y Iori durante unos momentos, en cuanto acabó con su sesión de foto con sus padres e hijos, y hablamos y nos hicimos nuestras fotos reglamentarias, con los novios. Isao y Nagi acabaron jugando con Aki y Ame gran parte del rato, así que los novios pudieron saludar a los demás invitados sin que los pequeños revolotearan. Ver eso me hizo replantear el querer hacer una ceremonia.
    Hacía tres años que Hanako y yo nos habíamos casado, por el registro civil en Canadà. No habíamos hecho ceremonia ya que mis padres aún no sabían de nuestra relación. Yuudai y Megumi fueron nuestros testigos de boda. Los padres de Hanako y Reiko, la esposa de Yuudai, fueron los únicos presentes en la ceremonia de firma. Fuimos a comer todos juntos después y pasamos una semana, allí de turismo. Aunque algunos tuvieron que irse primero por trabajo.
    No habíamos podido hacer una celebración, y en algún rincón de nuestro corazón, ambas sabíamos que nos habría hecho ilusión. Quizás cuando los niños fuesen algo mayores. Viendo lo complicado que resultaba con niños pequeños, esperaríamos un poco. Cuando los pequeños crecieran ya pensaríamos en ello.
    Después del banquete hubo fiesta, allí sí pudimos bailar con los niños, y hablar con los novios ya sin tanta prisa por las fotos y formalidades varias. Bailé con Iori, y también con Akane. A pesar de todo, todos éramos amigos así que no pasaba nada por bailar con ellos. Nos lo pasamos bien. Y sin darnos cuenta ya era la hora de irnos. Aki y Ame, a pesar de estar muy cansados, y de haber dormido una siesta, mientras bailábamos no querían despedirse de sus amigos. Les tuvimos que prometer que volveríamos a quedar pronto, y algún que otro soborno para que dejaran de llorar.
    Finalmente nos despedimos de todos y nos dirigimos hacia nuestra casa con los niños. Iban en brazos, estaban demasiado cansados para andar y no habíamos traído los cochecitos. Abultaban demasiado para ir todo el día con ellos de arriba abajo. Al llegar al coche pudimos dejar los niños en sus sillines y se durmieron casi al instante.

    ―¿Qué te ha parecido la boda? ―me preguntó Hanako.
    ―Hermosa, me ha gustado ver como Akane lloraba al ver a sus hijos con los anillos.
    ―Sí, eso ha sido bonito.
    ―Cuando ellos dos sean mayores haremos una ceremonia como esta y nos traerán los anillos ¿Qué te parece? ―le pregunté a Hanako recostándome en el asiento del copiloto.
    ―Me parece bien. En un futuro podemos hacerla, no hay prisa, tenemos toda una vida por delante aún.
    ―Sí, tienes razón ―entonces me acordé de algo que había pensado―. ¿Sabes? Me gustaría llevar a los niños al Canadá, algún día. Allí fue donde nos casamos y donde hicimos los trámites para adoptarlos.

    En japón para las personas del mismo sexo era muy difícil poder adoptar, debías tener mucho dinero. En cambio, en Canadá había igualdad entre las parejas heterosexuales y las homosexuales a la hora de adoptar. Durante la semana en la que estuvimos allí, hicimos algunas preguntas. Y nos dijeron que podíamos hacer allí los trámites de adopción si demostrábamos que estábamos casadas. Al casarnos en ese país sería más ágil el proceso allí. Así que eso hicimos. Y empezamos con los trámites en ese mismo momento. Aunque los acabamos por mail, habíamos ido a recoger a los niños al Canadá y los habíamos traído hasta aquí.

    ―Estaría bien poder llevarlos a su tierra natal en un futuro. Cuando crezcan, iremos de vacaciones allí, ni que sea una vez para que conozcan la tierra y se la enseñaremos ―me respondió ante mi pregunta.
    ―Me parece bien, espero que les guste el viaje.
    ―Seguro que sí, ya verás.

    Se acercó para darme un beso y yo hice lo mismo. Nos dimos un suave beso y me recosté de nuevo en el asiento. Cerré mis ojos y Hanako arrancó el motor. Sabía que estaba sonriendo. Podía imaginarla, aún teniendo los ojos cerrados.

    ―Descansa ahora, que cuando lleguemos a casa te quiero para mí.
    ―Hanako.
    ―Dime.
    ―Te quiero.
    ―Y yo a ti, por eso te comeré al llegar a casa.

    Me reí por como lo dijo, pero asentí con la cabeza. Yo también tenía ganas de comerla a ella, así que no podía negarme a algo que yo también quería. Sería una buena manera de despedir un día tan feliz. Había pasado tiempo con las cazadoras y una de ellas había dado un paso más en su relación. Nosotras íbamos a aprovechar para dar un paso más a la completa felicidad, la una con la otra.
    FIN

    ------------------------------------------------


    Y bien hasta aquí por mi parte, este fic queda finalizado, espero que os haya gustado y que me dejéis vuestros comentarios!
    Gracias por el apoyo
    Deew!!
     
    Top
    .
  13.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Shut your mouth and let me speak

    Group
    Administrator
    Posts
    11,057
    Location
    Jotunheim

    Status
    Offline
    Buenas, comentari dels extres per avui! Ja també he acabat de llegir els capítols d'avui de Tormenta 3 (i Kai ja m'ha adjudicat el mote "Tempanito" perquè no puc amb les bodes i estic gèlida amb el tema romance XD), així que si fa no fa les idees pel shot que em va encarregar ja haurien d'anar sortint.

    Sobre l'extra 1, quasi miro sota el mòvil pensant en on estava la resta XD no esperava que fos tan curt encara que fos part d'una història que ja coneixiem. La part més interessant era de quan Hanako era petita i va conèixer a Shiho, i després la coincidència chuli, però poc més tinc a dir, la veritat.

    L'extra 2 m'ha resultat lleugeret de llegir en el sentit de que m'acabo de tragar una boda de tres capítols i per sort la teva era només una firma de papers força breu XD encara que jo estic amb Shiho, tampoc entenc el muntatge de no veure a la novia si és una firma de papers amb testimonis, no sé haha però almenys li dóna una mica de màgia a la situació. El que mai falta en els teus fics és ficar-hi nens a punta pala, així que era totalment esperat trobar-me'ls allà haha i he de dir QUE M'HAN ENCANTAT ELS NOMS. Ame es una paraula que m'encanta i a mes em porta bons records de fa uns anys (Kanna, de l'anime Miss Kobayashi's Dragon Maid, estava dient "Ame, ame, ame" patejant els bassalts amb un paraigues a la mà i la seva cara de póquer habitual) i Aki es el nom de la mare de la familia de Keroro així que haha tot cool! A més encara que no ho dius en aquest extra ja em figurava que els havies donat aquests noms per l'estació, així que ha quedat chuli <3

    El tercer extra és el que més m'ha agradat perquè sóc simplement una sàdica amb els personatges que em molen XD m'agrada veure'ls patir un rato, i que fessis que no tot són flors i violes li ha donat una mica de vidilla a la lectura, la veritat. A més ja es pot olorar la tensió només començar, així que aquest matí m'ho llegia esperant amb candeletes el moment en el que per fi es treguessin de sobre aquell parell d'antigualles per fer la seva vida per fi XD a més Shiho els hi ha tirat la bomba així tal qual, lo que encara m'ha resultat més satisfactori abans de que s'acabi l'alegria haha. També he tingut una mica de realitat perquè sé que un parell de persones a la meva familia no acceptaran la meva condició i la meva identitat, però que vamos, que faria igual que Yuudai, a patadas fuera de la vida. No sé si Kai t'ha dit algo d'aquest extra, però fijo que ell tindria una miniesperança amb la trucada final. Jo no. Què coi, els hi han posat encara més fàcil!

    I en fi, l'últim extra... no puc comentar massa. M'he llegit dues bodes diferents entre ahir i avui i estic força saturada, la veritat. És el que li he dit a Kai, no hi ha cosa que més odii en el món que una cerimònia, i de totes elles les bodes son les que més tírria les hi tinc. Així que ni la de Kai ni la teva m'han dit res d'especial (i mira que en el seu cas és tan important per la historia). Potser la teva se m'ha fet més ràpida perquè és un extra, i un pelet sosa perquè crec que li falta vigorositat i emoció als fets o almenys a les paraules (sempre has pecat de falta d'exclamacions i coses d'aquestes), però bueno, no és que hi faci una gran diferència per mi si hi son.

    I crec que això és tot el que tenia a dir... si no és que la migranya em fa oblidar alguna cosa. Bueno, potser com a final del fic general dir que es nota que hi ha un currazo al darrere de trama i tal, encara que el fic sigui més curt que el de Kai. Que no m'hagi esperat a l'últim capítol per fer el comentari de tot diu molt de mi XD
     
    Top
    .
12 replies since 9/9/2020, 17:44   100 views
  Share  
.