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.¡Hello! Llego casi al final para traer un shot original muy sencillito en base a una idea que me dio LadyVrammoryn hace unos días, así que allá va 
La cocina
Cuando os mudéis en una casa que hace tiempo que no ha sido ocupada tenéis que ir con cuidado: tened por seguro que no estaréis allí solos.
Si vivís en una planta baja pueden saliros hormigas, ratas; si vivís cerca de un restaurante se os pueden colar cucarachas; si vivís cerca de un espacio verde, como un parque, esperad insectos de todo tipo aleteando.
Pero nada, repito, nada puede prepararos para lo que yo me encontré cuando me mudé con mi novia.
Sucedió el mismo día de la mudanza.
—¡Lidia y Caro tienen por fin su propia casa! Jo, lo que nos ha costado…
—Por fin —dije—. Me moría por abrazarte en un espacio que considerar solo nuestro.
Estreché a Lidia entre mis brazos y su energía en ebullición disminuyó y abrió las palmas de sus manos en mi espalda. Era una forma muy particular suya de decirme lo feliz que estaba.
Habíamos tenido suerte con el piso: la anterior inquilina había muerto unos meses atrás de anciana y el propietario del piso (un chaval tan joven e inexperto como nosotras con el tema dinero) quería llenar rápidamente el lugar. Había esperado un tiempo prudencial para que la familia se llevara las cosas, había limpiado y, ante la falta de dinero para pagar su casa y la que acababa de vaciar, puso un anuncio con un precio muy asequible. Le saltamos encima como leonas hambrientas preguntándole de todo y nos lo quedamos.
Lo malo era que el piso, aunque pequeño, estaba completamente vacío de muebles. Solo teníamos un armario (que iba en camino), y una nevera que nos había costado mucho subir.
—Hace frío… —dije.
—Pon la calefacción, hija.
Miré a Lidia, flipando. Eso de «hija» no pegaba nada con ella.
—¿Cielo?
—¿Qué pasa?
—Me has llamado «hija».
—Yo no he dicho nada…
La miré de soslayo una vez y decidí dejarlo pasar. Lidia era muy bromista, podía estar tramando algo. Aunque eso terminaba tumbadas en la cama o en un sofá, riéndonos, y ambos estaban por montar.
—Habrá que hacer la compra —dijo ella.
—Asegúrate de traer mucha frutita.
Esta vez ella me miró a mí, que no había dicho nada pero que sí lo había oído, y me susurró:
—¿Qué pasa aquí? No nos dijo el propietario nada de una Siri incorporada en el piso.
No os aburriré: hicimos un montón de pruebas en cada rincón que se nos ocurrió y nadie nos respondió. Nos bajamos a por la compra, subimos, nos montamos la cama y el sofá y nada raro ocurrió. Hasta que se nos ocurrió hacer la cena.
—¿Necesitas ayuda? —le pregunté a Lidia. Ninguna de las dos sabíamos hacer gran cosa en los fogones, pero ella había sobrevivido más tiempo por su cuenta que yo.
—No te preocupes, voy bien.
—¿Chicas, puedo interrumpir?
Casi nos da un ataque. Pegamos un grito de la leche, miramos al lado de la nevera y había un fantasma. ¡Un fantasma! Pero como ambas somos de las que se petrifican después del primer grito, supongo que le dimos oportunidad de explicarse.
—Oh, perdonad el susto. Soy la persona que vivió aquí antes que vosotras. Me llamo Herminia.
Nosotras intentamos no salir por patas de aquel piso encantado. Ni que hubiéramos querido, yo soy muy cobarde y me tiembla todo el cuerpo durante horas cuando me asusto.
Herminia nos echó una charla sobre cómo había muerto sola de anciana (a pesar de que su aspecto era la de una mujer de mediana edad) porque se enemistó con su hijo tiempo atrás, y había sido la última de su familia cercana a parte de éste en morir. Intentó contactar con él, pero no respondió.
—Sé que es lo que me retiene aquí: tengo que hacer las paces con él. Y tienen que ver con no poder cuidarle. Así que ahora mi cuerpo se aparece solo cuando necesitáis ayuda. ¿Os frío un huevo?
—N-no puede… —musitó Lidia.
—¡Tienes razón! —se rio Herminia—. No me acostumbro a este cuerpo, apenas me he podido aparecer.
—¿Y si no necesitamos su ayuda? —pregunté. Sonó bordísimo y rectifiqué—. Es decir, si hemos comprado todo o si solo vemos la tele.
—No lo sé, supongo que me desvanezco. Solo he recordado cuando os he dicho lo de la calefacción y la fruta, y lo de ahora. Nada en medio.
Lidia y yo nos miramos. Yo le gritaba con los ojos que nos buscáramos algo mejor, pero ella apostó por la ayuda, porque ella es así.
—Bueno, ¿y si te traemos a tu hijo? Para que te disculpes.
—¡Eso me ayudaría! Pero aún necesito recordar todo lo que hice y también necesito prepararme para verle. ¿Un mes?
A estas alturas ya me había rendido, así que acepté.
Así fue como adoptamos a una fantasma maruja en casa. Literalmente todo lo que podía hacer para aparecerse es que nosotras nos metiéramos en la cocina y pensáramos en comidas. Entonces la veíamos entrar en el espacio como si fuera una persona viva más diciendo cosas como «necesitaréis comino para eso», «yo optaría por un caldito», «te guio paso a paso con esa boloñesa», «¡necesitas salsa hoisin!»… lo quiera que sea eso. Era aterrador y gracioso a la vez. Y si pasábamos frío, nos decía de poner la calefacción automáticamente.
Herminia estuvo dos meses con nosotras, al final. Aprovechó todo su tiempo con nosotras para enseñarnos a cocinar y mantener la casa caliente (que por lo visto tenía un par de fugas que creaban frías corrientes de aire en invierno). Luego, en una conversación muy incómoda, invitamos a su hijo Darío en casa, resolvieron sus problemas sin nosotras en casa y, cuando Darío nos dejó volver, estaba solo, hecho un mar de lágrimas.
—Ojalá cada persona que ha dejado algo atrás por arreglar pudiera volver para solucionarlo —le dijo Lidia, abrazando a Darío.
Él asintió y se fue. No lo volvimos a ver.
Siempre se tiene la sensación de que si una casa tiene un fantasma, éste tiene que ser malo, que asusta a mala baba, que te va a hacer la vida imposible y que todos tus cubiertos van a querer atacarte. Pues no. Pensad en aquellos que están entre nosotros simplemente porque tienen algo que resolver en nuestro mundo. Pueden ser majos por ello.FIN
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Heeeeey.
Había vist el fanfic i he pensat en que no podia simplement no llegir-lo. He trigat fins ara, perquè avui els rinyons fan mal, ja començo a semblar un vell que li fa mal de tot en qualsevol dia i moment, fuck. La veritat, és que ahir estava en plan "haig d'escriure algo" però el meu cos estava "tu puta madre va a escribir algo" i no vaig poder. Això de tenir una salud fràgil és una merda.
La trama del fic és simpleta, eh, però m'agrada molt. Té l'encant que tant m'agrada. Saps la gràcia que m'ha fet trobar el fantasmito apareixent DEL NO RES en mig del fic??? BUahahahahaha, brutal. I el nom. El nom ho diu tot. Harry Potter, potser???? JAJAJAJAJA, és l'únic a lo que m'ha recordat. Quan llegia lo de "no estaréis preparados para lo que tuve que enfrentar yo" pensava en algo com "bah, una plaga de bichos o algo; unas cuantas ratas..." però el fantasmito des de luego no m'ho esperava i he tingut molts feelings cap al final del fanfic amb el Darío, tio. M'ha tocat els feelings, aaays. Si és que un no sap què té fins que ho ha perdut. M'ha fet pensar molt en el meu germà, qué és un imbècil rematat.
Per un moment he pensat que la imatge era la cuina de casa teva JAJAJAJAJAJ, mare meva, què malament que tinc el cap últimament... Tu ni cas. Gràcies per compartir el fic! M'ha encantat!! Appa, ens veiem! Una salutació a la Des de la meva part, que espero que les coses li estiguin anant bé!. -
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Hai! Jo, quina putada que et faci mal tot :c pren el teu temps per escriure, el paper no marxarà enlloc(?)
La veritat és que vaig fer el fic una mica corrents i no volia fer res supercomplicat. Volia afegir un reto i tenia 3 o 4 idees, però aquesta era la que resultava millor. La veritat és que estic MOLT desencantada d'escriure shots.
El nom d'Herminia el tinc insertat subliminalment al cap perquè la Des tenia una avia que es deia així i el nom em va venir el cap sense jo recordar aquesta connexió haha. Vaig afegir lo del fill Darío totalment improvisat, perquè volia donar una explicació per la que un fantasma encantés una casa, que no hi son així com així. De fet, una de les idees que tenia era que un fantasma fos un gat, en comptes d'una persona, però al final em va poder la idea de la fantasmeta maruja haha Mira, vaig estar a punt de fer una foto de la meva cuina hahahaha però em va donar mandreta.
Fins aviat! Li diré
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